Amy Elliott Dunne es un personaje ficticio creado por Gillian Flynn en su novela de 2012, Gone Girl. Es interpretada por la actriz británica Rosamund Pike en la adaptación cinematográfica homónima de 2014. Descrita como "fría", "inteligente" y "esnob", Amy es una escritora y diarista que mantiene un matrimonio conflictivo con su esposo, el profesor Nick. Tras descubrir que Nick le fue infiel con otra mujer, Amy orquesta su desaparición para que lo arresten.
Amy Dunne | ||
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Personaje de Gone Girl | ||
![]() Rosamund Pike, intérprete del personaje. | ||
Primera aparición | Gone Girl (2012) | |
Creado por | Gillian Flynn | |
Interpretado por | Rosamund Pike | |
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Amy Elliot Dunne | |
Alias | Nancy | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Características físicas | ||
Sexo | femenino | |
Familia y relaciones | ||
Cónyuge | Nick Dunne | |
Información profesional | ||
Ocupación | escritora | |
Pike fue elegida para interpretar al personaje después de que el director David Fincher la viera en varias películas, pero no pudiera comprender su verdadera identidad, una cualidad que consideró importante para el personaje. Si bien el personaje ha recibido críticas diversas, la actuación de Pike recibió elogios de la crítica, lo que le valió múltiples premios, incluyendo una nominación al Óscar a la mejor actriz en 2015.
Amy Dunne aparece en la novela de 2012, Gone Girl, y en su adaptación cinematográfica de 2014.[1] Tras años de un matrimonio frustrante con su esposo Nick, Amy descubre que éste la engaña con una mujer más joven. Como venganza, Amy finge su desaparición y urde un elaborado plan para simular que está embarazada y que Nick la asesinó violentamente. La mañana de su desaparición, Amy se desangró y esparció su propia sangre por la cocina, limpiándola cuidadosamente.
Su plan original era ahogarse tras el arresto de Nick y que encontraran su cuerpo para asegurar su sentencia de muerte. Sufre un robo mientras huye y recurre a su adinerado exnovio, Desi Collings, contra quien Amy había presentado previamente una orden de alejamiento. Él la deja quedarse con él, pero Amy se arrepiente de haber incriminado a Nick tras verlo suplicar por su regreso en una entrevista televisada. Tras ver la entrevista de Nick, reaviva su atracción por él y pasa semanas elaborando su historia de escape.
Usando las cámaras de vigilancia de la casa del lago y las lesiones autoinflingidas, hace creer que Desi la secuestró y la violó. Luego seduce a Desi, le corta la garganta durante el sexo y regresa a casa cubierta de sangre, limpiando así de sospechas a Nick. El FBI cree la historia de Amy, pero ella le cuenta a Nick todo lo sucedido. Siete semanas después, se realiza una entrevista televisada en su casa. Anticipando la intención de Nick de dejarla y exponer públicamente su historia, Amy revela su embarazo minutos antes de la entrevista, tras haberse inseminado con el esperma de Nick de una clínica de fertilidad. Nick reacciona violentamente al principio, pero se siente responsable del niño, y finalmente decide quedarse con Amy.
Al ser preguntada por las nobles cualidades de Amy, la autora Gillian Flynn mencionó rasgos como su gran ambición, inteligencia y tenacidad, que lleva al extremo. Al escribir al personaje de Amy, escuchó música previamente para meterse en la piel del personaje, concretamente la canción "Down In The Willow Garden", tal como la imaginaba escuchándola al escribir entradas en su diario.[2] El personaje ha sido descrito como "inteligente" y "mente maestra"[2][3] pero también "fría" y "esnob".[4][5]
Al escribir Gone Girl, Flynn tenía en mente el síndrome de la mujer blanca desaparecida, fenómeno que impulsa la trama de la historia y es una razón clave para que el plan de Amy funcione.[2] Flynn también dijo que la imaginaba como alguien que conocía los clichés sobre ser mujer, sin miedo a usarlos para salirse con la suya.[4] Aunque no pretendía necesariamente dejar una impresión clara, Flynn quiso "jugar con hasta qué punto se puede llevar a una antiheroína" al escribir el personaje de Amy.[3] Cuando se le preguntó al respecto, dijo: "Quería crear una villana que no se pudiera descartar y que, de alguna manera, diera la sensación de ser una mujer común y corriente".[3] Flynn cita el monólogo de "chica cool" de Amy como inspirado en la película de 1998 There's Something About Mary, ya que Mary Jensen (Cameron Diaz) encajaba en el arquetipo de la película.[6] El monólogo en sí fue escrito por Flynn durante un ejercicio de escritura y, en un principio, no estaba previsto que se incluyera en el libro, pero Flynn consideró que encajaba con Amy y finalmente lo incluyó.[6][7] Flynn también creía que el momento humanizaba a Amy y expresaba su punto de vista.[7]
Para la adaptación cinematográfica de 2014, la caracterización de Amy se modificó ligeramente, describiéndola como un personaje ligeramente más despreciable y despiadado.[8] Al elegir a Amy para la adaptación cinematográfica, el director David Fincher se interesó en Rosamund Pike tras mencionarse su nombre, ya que la había visto en múltiples películas y nunca había logrado hacerse una idea de ella ni de su estilo actoral. Esta opacidad, sumada a su condición de hija única, al igual que Amy, le permitió obtener el papel. La opinión de Pike sobre Amy, según se dice, va más allá de si le gusta o no, sino de que la comprende. Para interpretar al personaje, Pike usó una peluca durante el rodaje. Fincher se sintió alentado por Amy en partes de la película, ya que disfrutaba del astuto plan del personaje.[9]
Flynn ayudó a Fincher a diseñar la serie de libros de Amazing Amy, comparándola con la serie de novelas de Ramona.[10]
Por su interpretación, Pike fue nominada, entre otros al Óscar a la mejor actriz, Globo de Oro a la mejor actriz - Drama, BAFTA a la mejor actriz y el SAG a la mejor actriz.
Joan Smith, del Sunday Times, elogió el trabajo de Flynn al escribir a Amy, calificándola de "sutilmente dibujado", y que contribuyó a que la historia se sintiera impredecible. Katey Rich de Vanity Fair, nombró a Amy la villana más perturbadora de todos los tiempos.[11] Amanda Dobbins, de Vulture, escribió que Flynn creó un personaje "sociópata" y "moralmente indefendible" en Amy, lo que contribuyó a que la novela se convirtiera en una lectura cautivadora.[12] Lexy Perez, de The Hollywood Reporter, calificó el arco argumental de Amy como el "aspecto más memorable" del libro, escribiendo que Amy es una "versión fresca, aunque desconcertante", del arquetipo de la antiheroína.[13] Pinkbookworm, de The Guardian, calificó la caracterización de Amy de "fenomenal" en una reseña de la novela.[14] Generalmente se le atribuye al personaje el inicio del "Efecto Gone Girl", donde cada novela con una narradora poco fiable comenzó a ser comparada con Gone Girl y Amy Dunne.[15] Emily St. James, de Vox, criticó el personaje de Amy, escribiendo que se presenta más como "una colección de giros argumentales" que como un personaje legítimo.[16]