745 Seventh Avenue (también conocido como el edificio Lehman Brothers y Barclays Building[1]) es un rascacielos de 175 m y 38 plantas situado en el barrio de Medio Manhattan en la ciudad de Nueva York. Diseñado por Kohn Pedersen Fox y construido originalmente en 2001 para la firma de servicios financieros Morgan Stanley, fue comprado por la firma competidora Lehman Brothers y sirvió como sede de Lehman hasta el colapso del banco en 2008. Desde entonces el edificio ha funcionado como sede de la división de banca de inversión de Barclays.
745 Seventh Avenue | ||
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![]() 745 Seventh Avenue en marzo de 2018 | ||
Localización | ||
País |
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Ubicación | Manhattan, Nueva York | |
Coordenadas | 40°45′38″N 73°58′59″O / 40.7606, -73.983 | |
Información general | ||
Usos | Comercial/oficinas | |
Inicio | 1999 | |
Finalización | 2001 | |
Inauguración | 2002 | |
Propietario | Barclays | |
Detalles técnicos | ||
Plantas | 38 | |
Diseño y construcción | ||
Arquitecto | Kohn Pedersen Fox | |
Promotor | Grupo Rockefeller | |
Contratista | Tishman Construction | |
745 Seventh Avenue se encuentra en el barrio de Times Square en Medio Manhattan, ciudad de Nueva York, Estados Unidos.[1] Está ubicada justo al norte de la intersección actual conocida como Times Square y ocupa la parte occidental de la manzana delimitada por la calle 50 al norte, la calle 49 al sur, la Séptima Avenida al oeste y la Sexta Avenida al este.[2][1] El lote cubre un área de 5,802.6 m2 con un frente de 61.21 m a lo largo de la Séptima Avenida y una profundidad de 110 m.[2] El edificio comparte cuadra con el 1251 Avenue of the Americas al este.[2] Otros edificios vecinos incluyen 750 Seventh Avenue al oeste, el Winter Garden Theatre al noroeste, The Michelangelo al norte, y 1221 Avenue of the Americas al sureste.[1]
El sitio alguna ves albergó el Brass Rail, un restaurante y taberna de cuatro pisos con un salón de cócteles.[3][4] El restaurante originalmente abrió como una tienda de sándwiches durante la Ley seca y creció hasta tener una capacidad para más de 1.000 personas.[5]
A finales de 1986,[6] la propiedad era propiedad del Grupo Rockefeller, una compañía de desarrollo inmobiliario a cargo del desarrollo de las manzanas occidentales del Rockefeller Center.[7] Como la economía inmobiliaria estaba en auge, la compañía desarrolló planes para un nuevo edificio en la propiedad.[6][8][9] En ese momento, la propiedad era en gran parte un terreno vacío, con la excepción de una pequeña plaza llamada Exxon Park que ocupaba la sección más al este y un pequeño edificio de ladrillos de cuatro pisos frente a la calle 49.[9][10]
En 1989, el Grupo Rockefeller anunció los planes de construir un edificio de oficinas de 55 pisos, entonces llamado Rockefeller Plaza West, como una expansión del complejo Rockefeller Center. La propuesta, diseñada por Kohn Pedersen Fox,[6][9] debía incluir un estudio de ensayo, un restaurante y un cabaret, y espacio comercial adicional, así como conexiones subterráneas con el vestíbulo del Rockefeller Center y las líneas de metro circundantes.[8] Habría tenido un total de 126.000 m2 de superficie construida, lo que fue posible gracias a la compra de derechos aéreos de edificios más antiguos del Rockefeller Center,[6] los cuales también eran propiedad del Grupo Rockefeller.[11] Para la compra de los derechos aéreos, los desarrolladores solicitaron un permiso especial bajo la Resolución de Zonificación de la Ciudad de Nueva York § 74-79, que permitía a un desarrollador con una "cadena de propiedad" sobre múltiples propiedades contiguas transferir derechos aéreos de una de sus propiedades a otra.[12]
El diseño del edifico fue bien recibido por la crítica. Presentaba una fachada de piedra caliza y vidrio con ornamentaciones de acero inoxidable, lo que la hacía comparable al diseños de los edificios más antiguos del centro y contrastaba con el diseño monolítico de los edificios más recientes.[6][13] Paul Goldberger escribió en The New York Times que el edificio "no se parece al edificio RCA ni tampoco al edificio Exxon, pero parece capaz de ubicarse cómodamente junto a ambos."[14] El diseño ganó una cita en la revista Progressive Architecture.[6][13]
La propuesta fue aprobada por la Comisión para la Preservación de Monumentos y la Junta de Estimación en mayo de 1990, y los trabajos para limpiar el sitio comenzaron poco después.[8][15] Se esperaba que la construcción comenzara en 1991, demorara tres años y costara "alrededor de 500 millones de dólares".[8] Sin embargo, poco tiempo después de que empezaran los trabajos, el proyecto se vio envuelto en disputas sobre los derechos de desarrollo y, cuando la economía entró en recesión, el proyecto se descartó y se abandonó la transferencia de los derechos aéreos.[9][12] En 1994, el Grupo Rockefeller recibió permiso de la ciudad de convertir el sitio en un estacionamiento hasta que se encontrara un inquilino ancla para el desarrollo.[15][16] El estacionamiento tenía 200 plazas.[17]
A medida que el mercado de oficinas de la ciudad comenzó a experimentar un resurgimiento en 1997, 745 Seventh Avenue fue uno de los cuatro sitios principales disponibles para el desarrollo en Midtown.[18] El Grupo Rockefeller comenzó a negociar con varios inquilinos potenciales en busca de un desarrollo renovado en el sitio.[18][19]