El walking bass o, sencillamente walking es una técnica de acompañamiento empleada usualmente por bajistas y contrabajistas de jazz.
El objetivo principal de una línea de walking es delinear la progresión armónica del tema mediante el uso de notas negras («walking a cuatro») no sincopadas,[1] lo que crea una sensación de movimiento similar al ritmo de los pasos al caminar (de aquí el término, literalmente bajo caminante en español).[2] Las líneas walking también pueden emplear notas blancas, y entonces reciben el nombre de líneas a dos, creando una sensación mucho más estática al oyente.[3]
Desde el punto de vista armónico, las líneas walking utilizan una combinación de escalas relativas a la progresión, notas correspondientes al acorde, notas correspondientes al arpegio y notas de paso para delinear la estructura armónica del tema.[4] Para añadir variedad e interés a la línea se suelen utilizar figuras atresilladas, silencios, notas sincopadas o notas muertas. En el caso del bajo así como del contrabajo, notas muertas, como su nombre indica, son aquellas que se ejecutan presionando las cuerdas sin que lleguen a tocar el diapasón, matando, así, el sonido; también de los armónicos, razón por la que se debe presionar con varios dedos y no con uno sólo.[5]
Las líneas walking son ejecutadas normalmente por bajistas y contrabajistas, pero también pueden ser utilizadas por pianistas, organistas o por otros instrumentistas. Aunque se suele asociar las líneas walking al jazz y al blues, también se suelen utilizar con cierta profusión en otros estilos como el rock, el rockabilly, el ska, el rhythm & blues, el góspel, la música latina, el country u otros géneros.[7]
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