Vladigame es un videojuego de disparos lanzado por el estudio peruano Golden Image en el 2001. Al videojuego le siguió una secuela, Vladigame 2: La amenaza continua, lanzada en junio de ese mismo año y tuvo la participación del cómico Fernando Armas.[3][1]
Vladigame | |||||
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Información general | |||||
Creador | Fernando Gonzáles | ||||
Desarrollador | Golden Image | ||||
Distribuidor | Caretas | ||||
Datos del juego | |||||
Género |
Videojuego de disparos[1] Newsgame[2] | ||||
Modos de juego | un jugador | ||||
Datos del software | |||||
Versión actual | () | ||||
Plataformas | Microsoft Windows 95, 98, NT 4.0 y 2000 | ||||
Datos del hardware | |||||
Formato | CD-ROM | ||||
Dispositivos de entrada | Ratón, teclado | ||||
Desarrollo | |||||
Lanzamiento | 2001 | ||||
Serie | |||||
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El jugador asume el papel de "Niko Judo", un niño quien, decidido a acabar con la corrupción tras oir a sus padres pasar por problemas económicos, se arma con un rifle que dispara bolas de goma y apunta a personajes comandados por Vladimiro Montesinos, quienes son representados como dragones, brujas, centauros y bestias bicéfalas.[1] Ente esos personajes, se encuentran los hermanos Álex y Alberto Kouri, Agustín Mantilla, Laura Bozzo, Martha Chávez y los hermanos Winter.[4]
En la secuela, se presentan nuevos antagonistas como Tirofijón y "Chavemón, el chévere", quienes aluden a Manuel Marulanda Vélez y Hugo Chávez respectivamente.[5]
El creador, Fernando Gonzales, se inspiró en el destape de los Vladivideos para hacer el videojuego. Para la secuela, se sustituyeron las fotografías de los personajes por dibujos.[5] Tras su lanzamiento, se anunció una última entrega para concluir la trilogía: Fujimori: La Batalla Final, la cual no se llegó a completar.[1]
El videojuego llegó a vender 10 mil copias[3] y, según BBC Mundo "trascendió las fronteras del país andino como una original forma de abordar con sátira y humor la realidad política y social."[5]
La congresista fujimorista Martha Chávez, quien es representada en el videojuego como una bruja, denunció la forma como fue retratada y demandó, sin éxito, a Fernando Gonzáles y al director de Caretas Enrique Zileri por S/.1,4 millones.[1]