Virbio, en la mitología romana, era un genio cuyo santuario estaba en el sagrado bosque de Nemi (Aricia). Su culto estaba unido al de Diana (Artemisa).
Los caballos no tenían acceso a su bosque, lo que dio origen a la creencia tardía de que Virbio era el hijo de Teseo, Hipólito, muerto por sus caballos, resucitado por Asclepio y llevado a Italia por la diosa.
Se reconoce a Virbio como uno de los compañeros del séquito de Diana.[1]
El nombre de Virbio significa "hombre dos veces": vir- (hombre) y -bis (dos), en alusión a la resurrección del héroe.