Viaje de la Castellana fue un viaje de agua que abasteció a Madrid hasta comienzos del siglo XX. Este viaje construido en 1612,[1] surtía de agua a diferentes barrios del centro, tal y como eran la calle de Hortaleza (fuente de los Galápagos), etc. En un total de una decena de fuentes públicas, siendo uno de los viajes principales de distribución: Alcubilla y los dos Abroñigales (alto y bajo).
A finales del siglo XIX se registró una contaminación por fiebre tifoidea en las zonas donde se abastece de este viaje.[2] La epidemia cesó al cerrar el suministro de agua. El cierre definitivo del viaje se produjo con la edificación del Barrio del Pilar.