La vanoxerina es una sustancia sicotrópica, un antidepresivo atípico de la familia de los antidepresivos tricíclico que actúa como inhibidor de la recaptación de dopamina. Se sintetizó a finales de la década de 1970 y se desarrolló como posible tratamiento de la depresión.[1] En 1989 se sugirió que también podría ser útil en el tratamiento de la adicción a la cocaína.[2]
Desde 2021 se está investigando si el diclorhidrato de vanoxerina podría ser una nueva estrategia terapéutica para el tratamiento del carcinoma hepatocelular humano.[3]
También sirve como un antiarrítmico para el tratamiento de la fibrilación auricular y la reinducción de taquiarritmias auriculares porque es un bloqueador del canal de potasio cardíaco.[4][5]
La vanoxerina es una N-alquilpiperazina, un compuesto organofluorado, un compuesto amino terciario y un éter. Tiene actividad central tras su administración sistémica.[6]