En el contexto del fútbol, una alineación[1] (también conocida como formación,[2]esquema,[3] o sistema[4]) es la disposición táctica de los jugadores en el campo de juego.[5] Se trata de la estructura que presenta las distintas posiciones y funciones que cubre cada jugador del plantel, y estas pueden variar según el tipo de alineación con el que se juegue el partido. Dependiendo de que alineación se utilice, las tácticas y estrategias variarán para garantizar el mejor plan.[6]
En sus inicios, las alineaciones en el fútbol eran extremadamente ofensivas. El concepto de defensa organizada era prácticamente inexistente, y la mayoría de los jugadores se distribuían en posiciones avanzadas. Una de las primeras formaciones registradas en la historia del fútbol fue la 1-2-7,[7] utilizada en la década de 1870. En esta disposición, sólo un jugador, el portero, se encargaba de proteger la portería, mientras que dos jugadores adicionales actuaban como defensas. Sin embargo, el verdadero enfoque de la formación estaba en los siete jugadores restantes, quienes se ubicaban en la línea ofensiva. Este enfoque ultraofensivo era una respuesta directa a la naturaleza del juego en ese momento, pues el fútbol en sus primeras etapas se jugaba en campos más grandes que los actuales,[8] y con un reglamento distinto donde no existía el fuera de juego,[9] lo que permitía a los atacantes permanecer más adelantados sin ser penalizados. A medida que el fútbol comenzó a organizarse formalmente, con la creación de ligas y competiciones, surgió la necesidad de un mayor equilibrio entre ataque y defensa. Esto llevó al desarrollo de la formación 2-3-5,[10][11] también conocida como la "pirámide".[12] Esta alineación, que comenzó a ganar popularidad a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La 2-3-5 se estructuraba con dos defensores (conocidos como "full-backs"), tres mediocampistas ("half-backs") y cinco delanteros.[10] Esta disposición, aunque todavía altamente ofensiva, introdujo un mayor grado de estructura y balance. Los dos defensores se encargaban de proteger la zona central y las bandas, mientras que los tres mediocampistas actuaban como un puente entre la defensa y el ataque, apoyando en ambos aspectos del juego. La formación 2-3-5 fue adoptada por muchos de los equipos más exitosos de la época, incluidos clubes británicos y selecciones nacionales, y se mantuvo como la formación dominante durante varias décadas, hasta que las innovaciones tácticas posteriores llevaron a su gradual abandono.[10]
Con el tiempo, la necesidad de un mayor equilibrio táctico comenzó a hacerse evidente. Los partidos de fútbol se volvieron más competitivos y tácticos, y los equipos comenzaron a darse cuenta de la importancia de proteger su portería. Esta comprensión llevó a la creación de alineaciones más balanceadas, que permitían tanto atacar como defender de manera efectiva. Estos cambios marcaron el inicio de una era de mayor sofisticación táctica en el fútbol, que continuaría desarrollándose a lo largo del siglo XX, con la introducción de formaciones como el esquema WM, el Catenaccio y el 4-4-2, cada una representando un paso hacia un enfoque más completo y estratégico del juego.
Esquema táctico del sistema WM. |
La formación WM (3-2-2-3) representó una revolución en la táctica futbolística. A finales de la década de 1920, el fútbol estaba en un proceso constante de transformación, y las formaciones anteriores, como la 2-3-5 comenzaron a mostrar sus limitaciones ante la creciente competitividad y profesionalización del deporte. El cambio crucial que motivó la creación de la WM fue la modificación de la regla del fuera de juego en 1925. Antes de este cambio, un atacante necesitaba que al menos tres defensores rivales estuvieran entre él y la portería para estar en una posición legal al recibir un pase. Con la nueva regla, solo se requerían dos defensores. Las formaciones tradicionales, como la 2-3-5, comenzaron a ser explotadas con más frecuencia, ya que los equipos rivales encontraban formas de superar la línea defensiva con mayor facilidad. Fue en este contexto que Herbert Chapman, entrenador del Arsenal FC, desarrolló la formación WM.[13][14]
La formación WM se denominó así debido a su estructura visual en el campo, que, al ser vista desde arriba, se asemeja a las letras "W" y "M". La formación WM se basaba en una disposición de 3-2-2-3, que significaba tres defensores, dos mediocampistas defensivos (pivotes), dos mediocampistas ofensivos (enganches), y tres delanteros.[15][16]
La estructura defensiva del WM se centraba en el centrocampista, quien se retrasaba desde su posición tradicional en la 2-3-5 para unirse a los dos defensas centrales y formar una línea defensiva de tres jugadores centrales.[15] Esto permitió una mayor cobertura en la retaguardia, especialmente frente a la nueva regla del fuera de juego. Este ex-centrocampista se convirtió en una especie de líbero, no en el sentido moderno, pero sí en el hecho de que era responsable de controlar la defensa central y cerrar los espacios que pudieran explotar los atacantes rivales.[15] Los dos mediocampistas defensivos en la WM actuaban como un puente entre la defensa y el ataque. No solo debían apoyar a la defensa, sino que también tenían la tarea de iniciar jugadas ofensivas, distribuyendo el balón hacia adelante y proporcionando cobertura a los mediocampistas ofensivos y los delanteros.[15] Los mediocampistas ofensivos en la WM tenían la responsabilidad de crear oportunidades de gol y apoyar a los tres delanteros. Estos jugadores se movían entre líneas, conectando la defensa con el ataque, y también tenían un papel defensivo cuando el equipo perdía el balón. Los tres jugadores ofensivos de la WM se distribuían como un delantero centro (ariete) y dos extremos. El delantero centro era el principal objetivo de ataque, mientras que los extremos se encargaban de abrir el campo y proporcionar amplitud, creando espacios para que el delantero centro y los mediocampistas ofensivos pudieran explotar.[15]
El Arsenal FC bajo la dirección de Herbert Chapman se convirtió en el ejemplo más famoso del éxito del WM. Chapman, quien tomó el mando del Arsenal en 1925, utilizó esta formación para transformar al equipo en una potencia dominante en el fútbol inglés. Bajo su liderazgo, el Arsenal ganó numerosos títulos, incluidos campeonatos de liga en 1930-31, 1932-33, y 1933-34, así como la FA Cup en 1930.[17][18][19][20][21]
Aunque la WM dominó durante gran parte de las décadas de 1930 y 1940, el fútbol, como siempre, continuó evolucionando. A medida que los equipos se volvían más adeptos a explotar las debilidades de sus rivales, la WM también comenzó a mostrar sus propias limitaciones. Por ejemplo, su énfasis en la defensa centralizada dejaba a menudo las bandas vulnerables, y los equipos con extremos rápidos y habilidosos podían explotar estos espacios. Además, con el tiempo, los equipos comenzaron a desarrollar sistemas que podían neutralizar la WM. En la década de 1950, el surgimiento del 4-2-4 brasileño, que ofrecía un enfoque más balanceado entre defensa y ataque, y el Catenaccio italiano, que enfatizaba la defensa cerrada y el contraataque, comenzaron a desplazar a la WM como la formación preferida.
Esquema táctico 4-3-3 del «cerrojo suizo» o verrou. En celeste está la posición de líbero. |
El Catenaccio es una de las estrategias más emblemáticas en la historia del fútbol, y aunque a menudo se asocia con el fútbol italiano, sus raíces se remontan a Suiza, donde fue concebido y desarrollado por Karl Rappan, un entrenador austríaco que trabajó en Suiza en la década de 1930. Rappan introdujo un sistema conocido como "Verrou" ("cerrojo" en francés), un precursor directo del Catenaccio.[22][23][24] Este sistema utilizaba un defensa libre, conocido como "líbero",[23] que no tenía una marca fija y podía moverse libremente por la defensa para interceptar balones y neutralizar ataques. El Verrou de Rappan era una respuesta a las formaciones ofensivas dominantes de la época, como la WM (3-2-2-3),[25] y su objetivo era crear un bloque defensivo impenetrable, sin embargo, fue en Italia donde el sistema evolucionó y alcanzó su máxima expresión. En la década de 1950, el técnico italiano Nereo Rocco adaptó y perfeccionó el Verrou para crear el Catenaccio,[26][27] una táctica que se convertiría en sinónimo del fútbol defensivo. El término "Catenaccio" en italiano significa "cerrojo", y describe perfectamente la filosofía detrás del sistema. La estructura básica del Catenaccio se centraba en la defensa. El equipo solía alinearse en un 5-3-2[28][29] o un 4-4-2 ultra-defensivo[30] con líbero: El papel del líbero era fundamental en el Catenaccio. A diferencia de los defensores centrales, que seguían de cerca a los delanteros rivales, el líbero se posicionaba unos metros detrás, listo para intervenir cuando fuera necesario. Los defensores en el Catenaccio tenían responsabilidades claras y específicas. Mientras que el líbero se encargaba de cubrir, los defensores marcaban de cerca a los delanteros rivales, asegurándose de que no tuvieran espacio para maniobrar o crear oportunidades de gol.[31] Los mediocampistas en el Catenaccio también tenían un rol predominantemente defensivo. Su principal tarea era interrumpir el juego del rival y recuperar balones, además de ofrecer un primer nivel de protección a la defensa. No obstante, en cuanto se recuperaba la posesión, estos mediocampistas también eran cruciales para lanzar rápidos contraataques, pues el Catenaccio no era solo una táctica para resistir; también tenía un componente ofensivo basado en el contraataque. Una vez que el equipo recuperaba el balón, lanzaba ataques rápidos y directos con pocos jugadores, buscando aprovechar los espacios dejados por los rivales en su intento de romper la defensa.
Esquema táctico 5-3-2 del catenaccio italiano. En celeste está la posición de líbero. |
El Catenaccio alcanzó su apogeo en Italia, particularmente en los años 1960 y 1970, cuando se convirtió en la táctica dominante en la Serie A, la principal liga de fútbol del país. Uno de los clubes más asociados con el éxito del Catenaccio fue el Inter de Milán, bajo la dirección del técnico argentino Helenio Herrera.[32] Herrera llevó el Catenaccio a nuevas alturas, perfeccionando el sistema y ganando numerosos títulos con el Inter durante su mandato. Con Herrera, el Inter adoptó una versión refinada del Catenaccio, conocida como el "Grande Inter". El equipo ganó tres títulos de liga y dos Copas de Europa. durante los años 1960, utilizando una defensa casi impenetrable y un contraataque devastador. Jugadores como Giacinto Facchetti,[33][34] que redefinió el rol del lateral al combinar solidez defensiva con capacidad ofensiva, formulando así un tipo del carrilero actual, y Armando Picchi,[35] quien desempeñó el papel de líbero, fueron fundamentales en el éxito del equipo. A pesar de su éxito, el Catenaccio fue objeto de críticas desde su creación. Muchos puristas del fútbol consideraban que el enfoque ultra-defensivo del Catenaccio era antitético al espíritu del juego, que históricamente había valorado el ataque y la creatividad.[36][37] Para estos críticos, el Catenaccio representaba una visión negativa del fútbol, en la que el objetivo principal era evitar que el rival marcara, en lugar de buscar activamente el gol.[38][39]
Simultáneamente a la creación del sistema catenaccio, en America del Sur, Brasil, se desarrolló la alineación en 4-2-4 ofensiva. La táctica del 4-2-4 emergió como una auténtica revolución en el fútbol a mediados del siglo XX, liderada por Brasil, un país que ya empezaba a forjar su identidad futbolística basada en la creatividad, el talento individual y un estilo de juego ofensivo.[40] El 4-2-4 fue implementado de manera exitosa por primera vez en la selección brasileña durante la Copa Mundial de 1958,[41] bajo la dirección del entrenador Vicente Feola.[42][43] Este torneo marcó un hito en la historia del fútbol, no solo porque Brasil ganó su primer título mundial, sino porque lo hizo desplegando un estilo de juego que cautivó al mundo entero. La formación 4-2-4 permitió a Brasil jugar con cuatro delanteros, quienes se complementaban con dos mediocampistas capaces de apoyar tanto en la defensa como en el ataque.[40] Aunque la formación del 4-2-4 era eminentemente ofensiva, uno de sus principales logros fue encontrar un equilibrio entre ataque y defensa. Los dos mediocampistas tenían un rol dual: debían apoyar a la defensa en situaciones de peligro y, al mismo tiempo, ser la conexión entre la defensa y los cuatro atacantes, lo que se conoce actualmente como "box to box" o "todocampistas".[44][40] La disposición de cuatro atacantes en la delantera compuesta por dos extremos y dos delanteros centrales ofrecía múltiples opciones de ataque. Los extremos podían abrir la cancha, desbordar por las bandas y enviar centros precisos al área, mientras que los delanteros centrales eran letales dentro del área rival.
La Copa del Mundo de 1958 también fue el escenario donde un joven Pelé, con solo 17 años,[43] emergió como una superestrella. Su técnica y visión de juego complementaron perfectamente con el sistema 4-2-4, que le permitió moverse libremente por el frente de ataque, aprovechar los espacios y asociarse con otros grandes jugadores de la selección como Garrincha y Vavá.[40] La capacidad de Pelé para adaptarse a diferentes roles dentro del 4-2-4 lo convirtió en una de las piezas clave del éxito brasileño. Aunque el 4-2-4 estaba orientado hacia el ataque, la selección brasileña de 1958 también contaba con una defensa sólida y volantes capaces de realizar transiciones rápidas. Los defensores laterales, como Djalma Santos y Nilton Santos,[45][46] eran conocidos por su capacidad para proyectarse en ataque y unirse a los centrales, lo que les permitía apoyar a los extremos y crear superioridad numérica en las bandas. Al mismo tiempo, volantes como Zito y Didi[47] combinaban una excelente capacidad defensiva con la habilidad para distribuir el balón de manera efectiva. El éxito del 4-2-4 en la Copa del Mundo de 1958 no solo consolidó a Brasil como una potencia futbolística, sino que también transformó la manera en que se entendía el fútbol en todo el mundo. Sin embargo, pocos pudieron replicar el nivel de éxito alcanzado por Brasil, principalmente porque la formación requería un conjunto específico de jugadores con habilidades técnicas excepcionales y una comprensión profunda del juego. Equipos en Europa y América del Sur comenzaron a explorar esta nueva táctica, pero con variaciones que intentaban mitigar los riesgos defensivos asociados con una formación tan ofensiva.
El 4-4-2 es una de las formaciones más influyentes y ampliamente adoptadas en la historia del fútbol. Surgida como una evolución de sistemas anteriores que buscaban un mejor balance entre ataque y defensa, el 4-4-2 se consolidó a partir de los años 1960 y alcanzó su apogeo durante las décadas de 1970 y 1980.[48] El origen del 4-4-2 se encuentra en la búsqueda de los entrenadores por encontrar una formación que no solo protegiera bien la defensa, sino que también permitiera al equipo mantener el control del mediocampo y generar oportunidades ofensivas.[48] El desarrollo de esta táctica puede ser visto como una respuesta directa a la ofensividad de formaciones como el 4-2-4 brasileño y la necesidad de contener a equipos que empleaban esquemas más abiertos. La implementación inicial del 4-4-2 se atribuye a equipos ingleses, donde la formación rápidamente ganó popularidad debido a su simplicidad y eficacia. En Inglaterra, un fútbol más directo y físico se beneficiaba de la solidez defensiva y el control del medio campo que ofrecía el 4-4-2. Equipos como el West Ham United bajo Ron Greenwood[49] (en) y, más tarde, el Liverpool FC de Bob Paisley,[50][51][52] comenzaron a utilizar esta disposición con gran éxito, sentando las bases para su adopción generalizada.
La línea defensiva en el 4-4-2 consta de dos defensores centrales y dos laterales. Los centrales tienen la responsabilidad de mantener la fortaleza en el centro, mientras que los laterales, además de sus deberes defensivos, suelen participar en las acciones ofensivas, especialmente en equipos que buscan aprovechar la amplitud del campo. Los cuatro mediocampistas en el 4-4-2 se dividen en dos grupos: dos mediocampistas centrales y dos volantes. Los mediocampistas centrales son fundamentales para mantener el equilibrio del equipo, los volantes, por su parte, se encargan de ofrecer opciones en los flancos y de ser cruciales en las transiciones del equipo.[53][54] En el 4-4-2, la dupla de delanteros suele estar compuesta por un delantero centro con habilidades para jugar de espaldas a la portería y un segundo delantero más móvil, capaz de explotar los espacios y asociarse con los mediocampistas.[53] Este dúo ofensivo permite al equipo variar su enfoque en el ataque, combinando jugadas de asociación con pases largos y balones cruzados. La presencia de dos delanteros también significa que el equipo siempre tiene una amenaza constante en el área rival, manteniendo ocupados a los defensores adversarios. Una de las mayores ventajas del 4-4-2 es su flexibilidad táctica. La formación puede adaptarse fácilmente a diferentes estilos de juego[55][56][53] y a las circunstancias del partido. Los mediocampistas pueden retrasarse para formar una línea defensiva de cinco en caso de que sea necesario proteger un resultado, o adelantarse para crear superioridad numérica en ataque.
El 4-4-2 alcanzó su apogeo en los años 1970 y 1980, cuando numerosos equipos lo adoptaron con gran éxito, tanto a nivel de clubes como en selecciones nacionales. Uno de los ejemplos más emblemáticos de la eficacia del 4-4-2 fue el Liverpool FC de los años 1970 y 1980, que bajo la dirección de Bob Paisley y su sucesor, Joe Fagan, dominó el fútbol europeo.[57] Otro equipo icónico que utilizó el 4-4-2 con gran éxito fue el Milan de Arrigo Sacchi en los años 1980. Sacchi adaptó el 4-4-2 para crear un equipo que no solo era defensivamente sólido, sino que también practicaba un fútbol ofensivo y presionante.[58][59][60] Su Milan ganó dos Copas de Europa consecutivas (1989 y 1990),[61][62] y el equipo es recordado por su organización táctica, su capacidad para presionar alto y su fluidez en el juego de ataque. El 4-4-2 fue también la formación elegida por el Manchester United de Sir Alex Ferguson durante gran parte de su reinado en la Premier League. Ferguson utilizó el 4-4-2 de manera flexible, adaptando la formación para explotar las fortalezas de jugadores como Ryan Giggs, David Beckham, Paul Scholes y Roy Keane. Bajo Ferguson, el Manchester United dominó el fútbol inglés y europeo, ganando múltiples títulos de liga y la Liga de Campeones de la UEFA en 1999, año en que completaron el famoso triplete.[63][64]
A lo largo de la história, han surgido varias versiones del 4-4-2, cada una con énfasis en diferentes aspectos del juego.
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El Fichaje de Luís Figo por el Real Madrid Club de Fútbol en 2000 se convirtió en uno de los eventos más controversiales y polémicos de la historia del fútbol. La transferencia rompió el «record» del fichaje más caro de la historia hasta el momento, 60 millones de euros desembolsó el Real Madrid por el futbolista portugués. El fichaje se llevó a cabo por el presidente del club madrileño Florentino Pérez, quién durante las elecciones presidenciales del club, prometió traer fichado al jugador luso si ganaba las elecciones, cosa que aparentemente parecía imposible, pues Figo formaba parte de las filas del FC Barcelona, club rival del Real Madrid. En la misma temporada hizo oficial también los fichajes de jugadores como Flávio Conceição o Claude Makélélé. Figo fue un jugador clave en el plantel, y formó parte de los Galácticos, con quienes jugó 245 partidos en 5 temporadas, ayudando con 57 goles y 92 asistencias.
Figo llegó al FC Barcelona en 1995 como una estrella, y cumplió todas las expectativas, tanto de la afición como del club. El astro portugués llegó a Cataluña como un extremo derecho proveniente del Sporting CP y en 249 partidos vestido de azulgrana ayudó a ganar dos ligas españolas, dos copas del rey, una recopa de Europa y una Supercopa de Europa con 49 goles y 80 asistencias.[1] Encajó perfectamente en el plantel barcelonés, tanto que llegó a ser subcapitán, detrás de Pep Guardiola, con quien mantuvo una gran amistad fuera y dentro del campo. En la campaña electoral de 2000 para las elecciones presidenciales del Real Madrid, el ascendente empresario de la construcción Florentino Pérez sorprendió al anunciar que en el caso de ganar, Figo jugaría en el club de la capital española, firmando así el pase más caro del mundo. Florentino también dijo que en el caso de que Figo no cumpliera con el precontrato o si no se completara el traspaso, se haría cargo de la cuota mensual de todos los socios del Real Madrid por un año y pagaría también sus visitas al Parque de Atracciones, generando una conmoción y un escándalo, que le valieron el éxito electoral cuando el candidato oficialista y entonces presidente, Lorenzo Sanz, había adelantado los comicios, confiado en el triunfo a partir de que semanas antes, su equipo había vencido 3-0 al Valencia en la final de París de la Champions League.
Reino cingalés de Kotte කෝට්ටේ රාජධානිය | ||||
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Entidad desaparecida | ||||
1580-1630 | ||||
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![]() Mapa de influencia hispánica sobre Ceilán (oficialmente bajo Portugal) | ||||
Entidad | Entidad desaparecida | |||
Historia | ||||
• 1580 | Establecido | |||
• 1630 | Disuelto |
TEXTO
El Reino de Cingala bajo la Casa de Austria fue el periodo dentro de la historia del Reino de Cingala, concretamente durante el Reino de Kotte, en el cual la Casa de Austria bajo el nombre de Felipe II sumió al reino cingalés bajo la Monarquía Hispánica.
La llegada de los portugueses a Ceilán (actual Sri Lanka) en 1505 marcó el inicio de una gran serie de ataques e invasiones entre el Reino de Portugal y el Reino de Cingala. Inicialmente, los portugueses fueron bien recibidos y pudieron establecer relaciones comerciales con el reino de Kotte. Sin embargo, la presencia de portugueses sobre la isla hacia que estos les arrebatasen el comercio con otras potencias, también, musulmanes y politeistas cingaleses locales veían con malos ojos la llegada de cristianos a sus costas. Este resentimiento se intensificó con el tiempo, especialmente cuando los portugueses intentaron erigir un fuerte en Kotte en 1518, provocando un gran conflicto.
La rivalidad entre los tres hijos del rey de Kotte en 1521 por el trono sucesorio brindó a los portugueses la oportunidad de intervenir en los asuntos internos de la isla y expandir aún más su influencia. Uno de los enfrentamientos más significativos fue la guerra contra Sitawaka, donde los portugueses se enfrentaron a Mayadunne, quien desafió su presencia en la isla. Las batallas en Mulleriyawa en 1559 fueron especialmente cruentas y marcaron un punto de inflexión en el conflicto. Finalmente, aunque el ejercito portugués aseguró su presencia en la gran parte de la isla, las zonas mas montañosas quedaron abandonadas por su poca relevancia geoestrategica.
Durante la segunda mitad del siglo XVI, la dinastía de los Habsburgo gobernaba tanto en España como en Portugal. Felipe II de España heredó el trono portugués en 1580 tras la muerte de su sobrino, el joven rey Sebastián, en la Batalla de Alcazarquivir.