La Dra. Liliana Amelia Picardi (1942, Rosario, 27-Noviembre 2023 https://funebres.lacapital.com.ar/funebres/liliana-amelia-picardi-2_2819569/) fue una genetista argentina
[1] Su familia luego se trasladó a ciudad de Buenos Aires por razones laborales y regresó a la ciudad de Rosario para completar sus estudios secundarios. En el año 1966 obtiene el título de Estadístico otorgado por la Universidad del Litoral. Buscando respuestas a sus frecuentes preguntas sobre biología, se acerca a la Genética y los estudios de la herencia como becaria bajo la dirección del Dr. Sol L. Rabasa en el Instituto de Investigaciones Médicas de Rosario (INIMER). A instancias de su director cursa y aprueba la asignatura Genética en la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la Universidad Nacional de Rosario como estudiante vocacional. A partir de allí comienza una vertiginosa y sólida carrera en la docencia e investigación con participación activa en la Sociedad Argentina de Genética (SAG). En el año 1971 accede a un cargo docente en la cátedra de Genética de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y aún como becaria del INIMER alcanza el título de Doctora por la UNR en 1981 bajo la dirección del Ing. Agr. Ewald Favret del Departamento de Genética del CICA – INTA Castelar. En experimentos de selección y endocría sobre poblaciones de ratones refutó los dogmas que los genetistas cuantitativos clásicos postulaban acerca de la nula variancia aditiva para aquellos caracteres que eran adaptativos o habían estado bajo selección en la evolución de una especie, como lo era la fertilidad en las hembras. Este avance en las fronteras del conocimiento sobre la Genética Cuantitativa está plasmado en varios artículos científicos publicados en la revista Mendeliana que edita actualmente la Sociedad Argentina de Genética con el nombre de BAG. Journal of Basic and Applied Genetics. En búsqueda de nuevos desafíos, y ya siendo Investigadora del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario (CIUNR), cambió su modelo experimental para confirmar sus hipótesis en condiciones menos controladas y por ambientes de producción agropecuaria. Estudios básicos sobre las bases genéticas para el incremento de peso y la eficiencia en la conversión de alimento en ovinos fue la línea de investigación que llevó adelante desde la década de 1980 con pasión y excelencia. Siempre preocupada por el aporte de la Ciencia al medio socio-productivo, la línea de investigación derivó en la creación de una nuevo ecotipo ovino denominado MAGRARIO: el cordero magro de Agrarias, para el que obtuvo una marca registrada en la SAGyP en 1999. En la década de 1990 había logrado un reconocimiento a nivel nacional en la especialidad y transmitía su pasión por la Genética tanto a nivel de grado y posgrado que continuó hasta sus últimos días. Liliana participó activamente en comisiones de INTA, la Asociación Rosarina para el Fomento de la Ciencia (ARFIC), fue consejera directiva docente de la FCA-UNR (1985-1989), presidente de la Sociedad de Biología de Rosario (1989-1990) y en su querida Sociedad Argentina de Genética (SAG) ocupó cargos en varias Comisiones Directivas, fue vicepresidente en dos períodos (1986- 1987 y 1988-1989), presidente (1993-1995), y miembro de su Consejo Asesor desde 1996 hasta este año. La formación de recursos humanos y la consolidación de grupos de trabajo fue su gran obra. En 1979 junto al Ing. Agr. (Ph.D.) Alejo von der Pahlen crean la Maestría en Genética Vegetal entre la Universidad Nacional de Rosario y el INTA, que en la actualidad tiene más de 220 graduados ocupando roles destacados en programas de mejoramiento vegetal en instituciones públicas y empresas privadas tanto del país como del exterior. Su experiencia en la creación de la carrera no sólo fue la piedra angular de la actual Secretaría de Posgrado de la FCA-UNR, sino que fue capitalizada por otras Instituciones para la creación de carreras de posgrado tanto en el país como en el exterior. Liliana formuló y gestionó no sólo muchos proyectos de investigación sino también grandes proyectos institucionales que permitieron ampliar la infraestructura y el equipamiento científico de la FCA-UNR, entre ellos un proyecto FOMEC, un PME y otro PICT-E, que impactaron en la formación de nuevos grupos de trabajo y en la consolidación de otros en la Institución. Publicó más de 100 artículos científicos en revistas con referato prestigiosas a nivel nacional e internacional, más de 250 trabajos presentados en congreso y reuniones nacionales e internacionales en algunos de ellos participando como una destacada simposista y conferencista. Obtuvo 12 premios por sus aportes científicos que fueron otorgados por entidades regionales, nacionales e internacionales; entre los que se destacan el premio otorgado por la IWSS (International Weed Science Society) en 2008, el premio “Perez Companc” otorgado por la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria en 2010, y el Premio Francisco Sáez otorgado por la SAG en 2015 y en 2019. A nivel de posgrado dirigió a más de 25 profesionales entre investigadores, becarios, tesistas de maestría y doctorado, y a nivel de grado miles de estudiantes en los que seguramente sembró una semilla por la forma de transmitir conocimientos y su visión apasionada de la ciencia y la vida. Liliana fue una gran Líder y jefe de grupo, ofreció libertad para la búsqueda individual en las líneas de trabajo de sus dirigidos, fue extremadamente generosa no sólo con sus discípulos sino con todas las Instituciones que tuvieron la fortuna de tenerla y fue revolucionaria por sus ideas y con el ejemplo. Liliana proclamaba que somos unos privilegiados porque la Universidad nos retribuye monetariamente para dedicarnos a una tarea que nos apasiona, nos cultiva y alimenta el espíritu y que, además, tiene la capacidad de transformar la vida de las personas puesto que los estudiantes ingresan como adolescentes y egresan como adultos. Lili, la Piqui, nos dejó a todos los que nos formó un gran legado, pero también una gran responsabilidad, la de seguir transformando la vida de los estudiantes y de las instituciones que habitamos.