Los caballeros sanjuanistas son monjes-soldados que siguen a Bernardo de Claraval, que fue el creador de la expresión, caballeros profesos, que toman los cuatro votos de la orden de San Juan de Jerusalén.

Este término caballero sanjuanista requiere alguna aclaración sobre lo que son o no son:^[1]​^[2]​^[3]​

• un caballero hospitalario no es comparable a un caballero secular, entre otras cosas, no existe título de caballero para un caballero hospitalario;
• un caballero secular puede convertirse en caballero hospitalario ingresando a la Orden;
• un caballero sanjuanista no es necesariamente noble;
• un noble no es necesariamente un caballero al ingresar a la Orden.

Estos caballeros sanjuanistas se establecieron, a pesar de ciertas reticencias papales, al igual que los caballeros templarios de la Orden del Temple y los caballeros teutónicos de la Orden Teutónica. No existe equivalencia entre el estatus de caballero o noble en la Orden y el estatus de caballero o noble secular, es decir en la sociedad. Las cosas evolucionarán a partir del siglo XIV con una cierta «aristocratización» de la Orden pero nunca habrá obligación de nobleza incluso si la entrada en la Orden está sujeta a la justificación de los distritos nobiliarios, demasiadas excepciones y dispensas atestiguan que este es el caso más común conocido por Caravaggio;^[4]​ ser caballero hospitalario no es prueba de nobleza.

Un caballero sanjuanista o un caballero hospitalario son términos empleados inicialmente para los caballeros de la Orden durante su establecimiento en Tierra Santa y que quedó adscrito a ellos como término genérico cuando se perdió Tierra Santa y se estableció la Orden de San Juan de Jerusalén en Rodas, primero, y en Malta, después. Estos monjes-soldados llevaron entonces el nombre de Caballero de Rodas^[5]​ tras su asentamiento en Rodas en 1310, y Caballero de Malta^[6]​ después de su establecimiento en Malta en 1530.

Tras su expulsión de Malta por Napoleón Bonaparte, muchos regresaron a su país de origen, la mayoría de los caballeros restantes se reunieron alrededor de Pablo I aunque no asumieron un nombre específico. Los demás caballeros regresaron a sus encomiendas nacionales. En Francia se disolvió la orden de San Juan de Jerusalén en 1791 y todas sus propiedades fueron confiscadas en 1792 por lo que los caballeros franceses no pudieron hacer nada de esto. El general Bonaparte se había comprometido a pagar a todos los caballeros que no lo siguieran en su campaña egipcia como había dotado al Gran Maestre von Hompesch; nunca vieron el primer sueldo.

Después de su división en órdenes concurrentes y durante la reconstrucción de la Orden, a través de lo que se convertirá principalmente en la orden soberana militar y hospitalaria de San Juan de Jerusalén, Rodas y Malta, esta orden ya no es únicamente una orden religiosa y se establecerá una jerarquía. poco a poco, a partir de 1936 con la aprobación de diferentes constituciones de la Orden, para formalizarse durante la creación oficial de la orden soberana de Malta con la aprobación pontificia de la carta constitucional en 1961.^[7]​ Ahora hay caballeros profesos: los caballeros de la justicia que hacen votos monásticos; y caballeros seculares, formalizados en 1961,^[7]​que no hacen votos.

A diferencia de los templarios, los hospitalarios no marcan diferencias entre los caballeros y otros hermanos, siendo el hábito negro común para todos, y el «hábito rojo» de 1278, la sobreveste roja con la cruz latina blanca, que proviene de la primera bandera o estandarte instituido por Raymond du Puy, es usada indiscriminadamente por todos los combatientes de la Orden, caballeros, sargentos de armas, turcopolos y no es una vestimenta distintiva y específica de los caballeros.^[8]​

La Orden de San Juan de Jerusalén, que fue a la vez religiosa y militar, mantenía una flota de guerra internacional que aseguraba el mar Mediterráneo. Los hermanos que habían cumplido las obligaciones de la caravana hospitalaria (períodos de servicio en el mar) y que habían hecho los votos de la Orden lograban el grado de caballero hospitalario. Aunque muchos se contentaron con la formación en el mar para unirse después, con tan buen entrenamiento, a las armadas reales navales respectivas. La orden de San Juan de Jerusalén fue, en este sentido, un precedente de las actuales escuelas navales y principalmente de las escuelas navales francesas. La Orden formó así a la mayoría de los capitanes de barco, oficiales navales y almirantes de la Armada Naval francesa del Mediterráneo.

• Alain Demurger, Monjes y guerreros, órdenes religiosas militares en la Edad Media, éditions du Seuil, colección UE - L'Univers historique, París, última edición 2002
• Alain Demurger, Los hospitalarios, de Jerusalén a Rodas 1050-1317, Tallandier, París, 2013
• Bertrand Galimard Flavigny, Historia de la Orden de Malta, Perrin, París, 2006
• Desmond Seward, Los Caballeros de Dios, las órdenes religiosas militares desde la Edad Media hasta nuestros días, Perrin, última edición 2008

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