Chile se constituye como un estado gobernado por una monarquía constitucional hereditaria, y de quien Carlos es Rey, llamado oficialmente Rey de Chile.

El Rey de Chile es el jefe de estado de dicho país, quien también simboliza la unidad y la soberanía chilena, actualmente la monarquía chilena está gobernada por la Casa de Tounens, y por consecuente, por su jefe, Federico I de Tounens, quien es llamado como Federico de Tounens.

Originalmente los monarcas chilenos ostentaban la jefatura de estado y gobierno, situación que cambió tras la Revolución del Copihue en 1836, transformándose así en una monarquía constitucional, pero conservando su carácter hereditario.