2015 fue proclamado Año Internacional de los Suelos por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 68/232, aprobada el 20 de diciembre de 2013.[1] Esta iniciativa fue impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el marco de la Alianza Mundial por el Suelo,[2] con el objetivo de resaltar la importancia de los suelos como base fundamental para el desarrollo agrícola, la seguridad alimentaria, las funciones esenciales de los ecosistemas y el mantenimiento de la vida en la Tierra. La FAO promovió esta designación reconociendo que la sostenibilidad de los suelos constituye un factor importante para enfrentar los desafíos derivados del crecimiento de la población mundial y fomentar una gestión sostenible de los recursos del suelo. Además, en la misma resolución se proclamó el 5 de diciembre como el Día Mundial del Suelo, con el fin de mantener de manera anual la conciencia global sobre la importancia de los suelos.[3][4]
Durante el año, se llevaron a cabo múltiples actividades orientadas a crear conciencia sobre la importancia de los suelos y los problemas asociados con su degradación, como la desertificación y la sequía. La FAO, en colaboración con gobiernos, organizaciones internacionales y regionales, así como con la sociedad civil y el sector privado, organizó seminarios, talleres, campañas educativas y publicaciones para destacar la necesidad de una gestión sostenible de los suelos. También se promovió el intercambio de conocimientos científicos sobre el suelo, enfatizando su papel en la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la mitigación del cambio climático. La financiación de estas actividades se basó en contribuciones voluntarias de diversas partes interesadas, garantizando que los costos no recayeran en los fondos obligatorios de las Naciones Unidas. El Año Internacional de los Suelos sirvió además como plataforma para reforzar la cooperación internacional en temas relacionadas con la sostenibilidad del suelo y aumentar la participación de países en desarrollo, especialmente aquellos los afectados por la desertificación.[3][4]
El 2014 fue proclamado Año Internacional de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de diciembre de 2012.[6] Esta designación señala la importancia de estos estados en el contexto global, tanto por sus contribuciones culturales y ambientales como por los desafíos únicos que enfrentan debido a su tamaño y situación geográfica. La resolución se fundamenta en marcos previos de desarrollo sostenible, como la Declaración de Barbados,[7][8] el Programa de Acción de Barbados,[9] la Declaración de Mauricio[10] y el Programa de Acción de Johannesburgo.[11]que establecen el marco para abordar los retos de sostenibilidad en los PEID, especialmente en áreas de cambio climático y conservación de la biodiversidad. La ONU reconoce en los PEID actores clave en la preservación de la biodiversidad, la resiliencia climática y la sostenibilidad, alentando una cooperación mundial para mitigar los efectos del cambio climático y sus impactos desproporcionados en estas islas.[12][13]
Durante este año, se invitó al Secretario General a facilitar actividades conmemorativas, con el apoyo de las organizaciones de la ONU y mediante contribuciones voluntarias para cubrir los costos. Las actividades se enfocaron en la creación de alianzas estratégicas para el desarrollo sostenible, en especial durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los PEID en Apia, Samoa.[14] Este evento central buscó acuerdos para enfrentar problemas como el cambio climático y la degradación ambiental, y promovió iniciativas para la protección de los océanos y la biodiversidad. También se instó a los Estados miembros y organizaciones internacionales a llevar a cabo actividades de sensibilización, cooperación y colaboración en los niveles regional y subregional.[12][13]
Conferencias | Pequeños Estados insulares en desarrollo CORREGIDO
El Año Internacional de las Cooperativas [es/fue] una conmemoración anual [prevista para/celebrada en] 2025, que fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 19 de junio de 2024.
El Año Internacional de las Cooperativas fue proclamado para 2025 por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante una resolución aprobada el 19 de junio de 2024. La iniciativa pretende subrayar el papel esencial de las cooperativas en el desarrollo económico y social sostenible, en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y la Agenda de Acción de Addis Abeba[15] sobre financiación para el desarrollo. La ONU quiere destacar que las cooperativas, en sus diversas formas, promueven la inclusión económica y social, impulsan el crecimiento económico local, apoyan la erradicación de la pobreza y el hambre y fomentan una participación amplia y significativa de sectores de la sociedad tradicionalmente excluidos, como mujeres, jóvenes, personas mayores, personas con discapacidad y pueblos indígenas, fortaleciendo así la cohesión y el desarrollo de las comunidades.
Durante el año, se prevé que los Estados miembros establezcan comités y mecanismos nacionales de coordinación para organizar y armonizar las actividades conmemorativas. El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, en cooperación con asociaciones cooperativas internacionales y locales, ha decidido facilitar la promoción de las cooperativas y el reconocimiento de su contribución al desarrollo sostenible y la cohesión social. Se determinó que el financiamiento de las actividades relacionadas dependerá de contribuciones voluntarias, incluidas las del sector privado, para evitar comprometer los fondos obligatorios de las Naciones Unidas.[16] Esta designación se alinea con resoluciones previas, incluida la proclamación de 2012 como primer Año Internacional de las Cooperativas, que también pretendía reafirmar el valor de estas organizaciones en el desarrollo global.
OK
La Semana Mundial del Espacio se celebra anualmente del 4 al 10 de octubre desde el 2000, fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999.
La Semana Mundial del Espacio fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 6 de diciembre de 1999,[17] con el propósito de conmemorar y difundir el impacto positivo que las ciencias y tecnologías espaciales en la mejora de la condición humana y el desarrollo global. Este reconocimiento responde al creciente interés mostrado por la comunidad internacional y busca inspirar a futuras generaciones a través del estudio y la tecnología espacial, así como reforzar la cooperación internacional y educar al público sobre su importancia. La ONU integra estas tecnologías en múltiples proyectos, especialmente desarrollo sostenible y gestión ambiental, y coordina esfuerzos interinstitucionales a través de reuniones anuales desde 2004, donde los Estados miembros participan en los temas espaciales más relevantes.[18][19][20]
Esta semana se celebra anualmente del 4 al 10 de octubre, en conmemoración de dos importantes eventos en la historia de la exploración espacial. El 4 de octubre de 1957 se lanzó el Sputnik, el primer satélite artificial de la Tierra, abriendo el camino hacia la exploración espacial, mientras que el 10 de octubre de 1967 entró en vigor el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y uso pacífico del espacio ultraterrestre.[21] La primera celebración tuvo lugar en el año 2000.[22] Desde entonces, cada año la Asociación de la Semana Mundial del Espacio,[23] (WSWA, por sus siglas en inglés)[24] junto con la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre de la ONU (UNOOSA),[25][26] elige un tema específico para enfocar las actividades, aumentando así el impacto de la conmemoración en la sociedad. Durante esta semana, se organizan eventos en todo el mundo que incluyen talleres educativos, mesas redondas y proyectos colaborativos destinados a fomentar soluciones medioambientales innovadoras y a sensibilizar sobre la importancia de la exploración espacial para la sostenibilidad del planeta.[18][19][20]
La Semana de Solidaridad con los Pueblos de los Territorios No Autónomos se celebra anualmente los últimos días de mayo desde el 2000, fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999.
La Semana de Solidaridad con los Pueblos de los Territorios No Autónomos fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 6 de diciembre de 1999.[52] Esta proclamación responde a la necesidad de reafirmar el compromiso de la comunidad internacional con el proceso de descolonización, iniciado formalmente en 1960 con la aprobación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales. El propósito principal es asegurar que las Potencias Administradoras[53] respeten y promuevan el derecho de los pueblos en territorios no autónomos a la libre determinación, así como a garantizar el control sobre sus recursos naturales y proteger sus derechos de propiedad, promoviendo al mismo tiempo su bienestar político, económico, social y educacional.[54][55]
La semana de solidaridad se celebra anualmente durante los últimos días del mes de mayo, aunque no se especifica un día exacto dentro de la semana. Esta elección se basa en la necesidad de crear conciencia mundial y movilizar apoyo en favor de los territorios que aún no han alcanzado la libre determinación. La primera celebración tuvo lugar en el año 2000,[52] inmediatamente después de la proclamación de la Asamblea General. Las actividades durante esta semana incluyen eventos organizados por la ONU y diversas organizaciones para sensibilizar sobre los derechos de los pueblos de territorios no autónomos, promover la autodeterminación, y alentar a las Potencias Administradoras a cumplir con sus responsabilidades.[54][55]