El unto o gordura es la grasa blanca que recubre los intestinos del cerdo. Una vez curado es un ingrediente muy utilizado en la elaboración de platos tradicionales de la gastronomía de Galicia, en España.
Tras su extracción del cerdo el unto es salado, enrollado sobre sí mismo, dándole forma de cilindro, y dejado secar en un lugar fresco, como mínimo durante treinta o cuarenta días. Luego suele pasar un proceso de ahumado.[1][2]
En Galicia es muy apreciado y utilizado para realzar el sabor de los platos. Asimismo es considerado por muchos cocineros como imprescindible en la elaboración de platos tradicionales como el caldo gallego y el cocido gallego. Sin embargo, en el resto de España no es un ingrediente habitual y no es fácil encontrarlo.[1][2]