Tullio Simoncini (Viterbo, 1951 - Italia, enero de 2024)[1][2] fue un médico oncólogo que resultó apartado de la medicina por prescribir bicarbonato sódico para tratar el cáncer.[3]
Tullio Simoncini | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
1951 Valentano (Italia) | |
Fallecimiento | Enero de 2024 | |
Nacionalidad | Italiana | |
Lengua materna | Italiano | |
Educación | ||
Educado en | Universidad de Roma La Sapienza | |
Información profesional | ||
Ocupación | Médico (hasta 2003), terapeuta alternativo y oncólogo | |
Área | Medicina y medicina alternativa | |
Su prescripción se debía a que él opinaba que el cáncer se debe a la acción de un hongo común de la especie Candida albicans. También afirmaba erróneamente que la cándida se puede eliminar con bicarbonato de sodio. Su tratamiento consistía en inyectar bicarbonato en la zona donde se encontraba el tumor canceroso.[4]
Tullio Simoncini fue juzgado y condenado en 2006 por homicidio y fraude, tras la muerte de uno de sus pacientes debido a su tratamiento, ya que el bicarbonato no detiene el crecimiento de las células cancerosas y no impide su proliferación ni la metástasis.[5]
No obstante, sus defensores objetaban que no se ha demandado a nadie por las muertes que ocurren debido a la falta de efectividad de los tratamientos de quimioterapia.
Sin embargo, está comprobado científicamente que la quimioterapia o la radioterapia, a pesar de sus efectos adversos, sí pueden reducir a las células cancerosas.[6][7]
Simoncini fue expulsado del Colegio de Médicos y se le prohibió el ejercicio de la medicina en Italia.
En octubre de 2012 falleció un tal Luca Olivotto (27), apenas cuatro meses después de que le descubrieran una neoplasia cerebral.
En 2018, Simoncini fue juzgado y condenado por el Tribunal Monocrático de Roma a cinco años y medio de prisión por homicidio y ejercicio abusivo de la profesión médica.[1]
Falleció en Italia en enero de 2024.[2]
Simoncini juraba que su cura milagrosa, a base de inyecciones de bicarbonato de sodio, vencería a su tumor. Pero Luca Olivotto, catanés de 27 años, aquejado de una neoplasia cerebral, murió cuatro meses después de que le descubrieran el cáncer, en junio de 2012. Así que hoy el inventor de la «cura», Tullio Simoncini, ya inhabilitado del Colegio de Médicos, ha sido condenado por el Tribunal Monocrático de Roma a cinco años y medio de prisión por homicidio y ejercicio abusivo de su profesión. Se le impusieron dos años de prisión (en suspenso) al radiólogo Roberto Gandini, quien presuntamente ayudó a Simoncini en la administración arterial de dosis masivas de bicarbonato de sodio, que más tarde provocó la muerte del joven.
Olivotto falleció el 18 de octubre de 2012 a causa de una parada cardiocirculatoria tras una «gravísima alcalosis metabólica» en un hospital de Tirana (Albania), uno de los países en los que el oncólogo nacido en Viterbo, hace 67 años, seguía ejerciendo tras ser inhabilitado. «La sentencia de hoy —subrayan los abogados de la familia, Francesco Lauri y Giovanna Zavota— ha puesto fin a un asunto muy doloroso, dando esperanzas de que tales prácticas, tan poco fiables como científicamente y tan peligrosas, dejen de existir y de causar otras víctimas». Pero Simoncini ya había sido condenado, en primera instancia, en 2006 por haber tratado del mismo modo a tres enfermos de cáncer, que posteriormente fallecieron. «Nadie podrá devolver a Luca a sus seres queridos —prosiguen los dos abogados penalistas—, pero es una gran satisfacción ver cómo se dictan sentencias tan duras contra personas que, con su conducta, mancillan la profesionalidad de quienes cada día dedican su vida al cuidado de sus pacientes con competencia y abnegación.