El trinchante es una herramienta usada en cantería. Es una herramienta en forma de hacha de dos filos dentados de unos 8 centímetros de largo. Ambos filos están siempre en el mismo plano. El tamaño de los dientes puede variar, e incluso aparecer filos prácticamente lisos. Un trinchante suele pesar unos 2,8 kilogramos y se usa cogiendo el mango con las dos manos.
Han aparecido trinchantes en excavaciones arqueológicas en la ciudad griega de Olimpia datados en el siglo V a. C. Desde entonces fueron usados por artistas griegos, romanos, medievales y su uso ha continuado hasta nuestros días.
Este martillo dentado se utiliza principalmente para cortar piedra blanda y semidura, principalmente para igualar el refrentado de estas piedras.[1]
Los trinchantes tienen un uso muy variado, usándose en las canteras para tallar líneas donde introducir cuñas. Aunque su uso más cotidiano es de desbaste y para labrar piedras de cara plana para dejar acabados rugosos.
Existen varios tipos de trinchante atendiendo a la combinación que se puede hacer de tipos de dientes en cada uno de sus filos. En general, existen dos formas de dientes, del que puede variar su grosor y número de ellos en el filo:
El trinchante con filos afilados y lisos (sin dientes) recibe el nombre de escoda.