Tras la puerta es una película de 2012 dirigida por István Szabó y protagonizada por Martina Gedeck y Helen Mirren.[1] Es la adaptación cinematográfica de la novela homónima de la escritora húngara Magda Szabó.[2] Narra la problemática relación de una novelista (Gedeck) y su excéntrica criada (Mirren) a principios de la década de 1970 en Hungría. [3]
The Door | ||
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Ficha técnica | ||
Dirección | István Szabó | |
Guion |
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Fotografía | Elemér Ragályi | |
Protagonistas |
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Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | ||
Año | 2012 | |
Género | Drama | |
Duración | 97 minutos | |
Idioma(s) | ||
Compañías | ||
Distribución | MOKÉP | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
La película fue seleccionada para formar parte del programa de competición del 34.º Festival Internacional de Cine de Moscú. [4] También ganó el Premio del Público Michael Curtiz en el Festival de Cine Húngaro de Los Ángeles en noviembre de 2012. [5] [6]
Hungría en la década de 1960: La escritora Magda se muda con su esposo enfermo Tibor a las afueras de Budapest. Le pide a su vecina Emerenc que trabaje para ella como ama de llaves, a lo que Emerenc reacciona inicialmente con desdén y desconfianza, pero, finalmente, acepta el trabajo. Emerenc desde el principio trata al dueño de la casa con exquisita cortesía y respeto. Su comportamiento con Magda es diferente. Se desata una pequeña disputa entre las dos mujeres, mientras Emerenc comienza a redecorar la casa a su gusto,[7] no cocina lo que debería, sino lo que quiere, sirve la comida en su propia vajilla de mejor calidad y se permite hacer observaciones burlonas sobre el estilo de vida de sus empleadores. Las visitas de Magda a la iglesia la incitan a hacer comentarios cínicos sobre la religión en general y las historias de la Biblia en particular. Los intentos de Magda por obtener información sobre Emerenc de sus vecinos se topan con un silencio absoluto; nadie la conoce bien, nadie quiere tener nada que ver con ella, y nadie ha entrado jamás en su casa. Se sospecha, sin embargo, que trabajó como informante para los ocupantes nazis durante la Segunda Guerra Mundial, cuando cientos de miles de judíos fueron deportados de Hungría.
Poco a poco se revelan detalles que explican el comportamiento errático de Emerenc. Dos de sus hermanas murieron quemadas en una tormenta, su madre se suicidó y, durante la guerra, Emerenc arriesgó su vida para salvar a una niña judía que luego se mostró, considera ella, desagradecida. Su tono imperioso y autoritario, así como sus movimientos bruscos, reflejan sus múltiples experiencias de pérdida. [7]
Cuando Magda y Tibor regresan de un viaje, los vecinos piden ayuda porque Emerenc no ha sido vista en días. Forzan la puerta, Emerenc yace casi muerta en el umbral, y nueve gatos -su secreto tan bien guardado- desaparecen en todas direcciones. La ingresan en el hospital y se queda aturdida mientras vacían su descuidada casa, demantelan los muebles y queman sus libros, papeles y ropa.
Szabó coescribió el guion con Andrea Vészits (*1956), basado en la novela de tintes autobiográficos de Magda Szabó, publicada en 1987. Para Vészits, fue su tercera colaboración con Szabó, luego de Rokonok (2006) y Dulce Emma, querida Böbe (2005).[8] La película se rodó en Budapest entre septiembre y octubre de 2010. Tras la puerta es la única película que Szabó hizo con el director de fotografía húngaro Elemér Ragályi.[9] Ragályi rodó en 35 mm, y las experiencias traumáticas de la vida de Emerenc se narran en flashbacks en blanco y negro o sepia. El vestuario fue diseñado por el diseñador de vestuario húngaro Györgyi Szakáca (*1951), quien ganó el Premio Kossuth en 1998.
La música fue compuesta por Béla Barabas[10] con la participación de Sándor Józsa y Dávid Kósa (* 1977).[11] La Orquesta del Estudio Húngaro actuó bajo la dirección de Dávid Kósa. Las piezas para piano son fragmentos de las Seis piezas para piano en forma canónica, op. 56, Kinderszenen, n.º 8, op. 15 y Cinco piezas en estilo folclórico, n.º 3, op. 102, de Robert Schumann, con Kósa al piano.
Szabó tiene un cameo como médico en un hospital.
Durante 2012, la película se presentó en festivales de cine de Moscú, Karlovy Vary y Río de Janeiro, pero no recibió ningún premio. Su estreno en cines en Hungría fue el 8 de marzo de 2012 y en Alemania el 5 de abril de 2012. Piffl Medien lanzó un DVD en alemán, inglés y húngaro, con un folleto en alemán.[12]
Los críticos de cine elogian unánimemente las actuaciones de Helen Mirren y Martina Gedeck. Linda Bach escribe en su detallada reseña que Szabó teje un "collar de perlas de confrontaciones psicológicas" en la adaptación cinematográfica de la novela y en su imaginería: "Imperceptiblemente, las imágenes de István Szabó obligan al espectador a asumir el papel del invitado invisible [...], que debe tomar partido en la lucha de poder psicológico entre ella [Magda] y el sirviente dominante". Emerenc puede adorar a las personas como si fueran sus mascotas, pero estas deben obedecer, subordinarse a sus necesidades y "aceptar su autoproclamada superioridad moral sin críticas". El grado en que el drama comparte esta actitud permanece oculto en la oscuridad del realismo mágico. "Intencional o instintivamente, [Szabó] encuentra un lenguaje visual adecuado para los sentimientos ambivalentes hacia los personajes en conflicto".[13]
Susan Noll, del portal de internet schnitt.de, escribe que István Szabó también retoma su viejo tema en la historia de Magda y Emerenc: las personas en relaciones de poder y una sociedad jerárquica. Sin embargo, muchas de estas pequeñas historias, que se insinúan y generan expectativas, no se narran con la suficiente fuerza. «Los flashbacks buscan fundamentar a los personajes, pero arrastran innecesariamente sus historias hacia lo místico», y el drama de las historias de vida se desvanece.[14]
Oliver Armknecht indica el problema de la película para narrar la historia: "Gedeck y Mirren tampoco logran desarrollar plenamente la relación entre las dos mujeres y su evolución. Esto se debe principalmente al material original, no a las actrices. Basada en la novela homónima de Magda Szabó, Tras la puerta simplemente no tiene la capacidad de contar su historia con la misma profundidad en poco menos de una hora y media que la fuente literaria. El resultado son numerosos saltos temporales; en ocasiones, la adaptación de la novela del director Istvan Szabó (quien, por cierto, no tiene parentesco con la autora) casi parece una película episódica [...]"[15]