Las trabajaderas o palos son travesaños (normalmente de madera) paralelos al suelo y situados dentro del cuerpo inferior de los pasos procesionales (formando parte de la estructura de sustentación de los mismos conocida como parihuela) por lo que no son visibles desde el exterior. Su finalidad es servir de punto de apoyo a los hombres y mujeres que portan los pasos.
Su empleo ha sido tradicionalmente más frecuente en los pasos de las procesiones andaluzas, existiendo en ellos al menos dos modalidades de trabajaderas:
Por su parte, hay otros lugares de Andalucía como en la ciudad de Málaga, donde los pasos (allí llamados tronos) no se cargan mediante trabajaderas, sino por medio de varales exteriores que descansan sobre uno solo de los hombros de sus portadores, que reciben el nombre de hombres de trono en Málaga y de horquilleros en otras localidades.