Todo lo que inventamos es cierto es el nombre de un libro de cuentos escrito por Miguel Donoso Pareja publicado en 1990 donde explora la frontera entre ficción y realidad, influenciado por la idea de que la invención puede ser tan verdadera como la experiencia vivida. A través de cuentos que reflexionan sobre la escritura, la literatura y otras formas de representación, el autor construye un "arte de la memoria" donde la palabra escrita adquiere un estatus de verdad, llegando incluso a crear mundos propios. Los personajes, inmersos en la lectura y la escritura, habitan una realidad maleable construida a través del lenguaje, donde las "verdades verbales" se convierten en las realidades más tangibles.[1]
Todo lo que inventamos es cierto | |||||
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de Miguel Donoso Pareja | |||||
Género | Novela | ||||
Edición original en español | |||||
Editorial | Editorial el Conejo | ||||
Ciudad | Quito | ||||
País | Ecuador | ||||
Edición traducida al español | |||||
Fecha de publicación | 1990 | ||||
Páginas | 122 | ||||
Serie | |||||
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Todo lo que inventamos es cierto se ubica en la asunción de la narrativa desde una perspectiva actual y en la que propone , deliberadamente , la apropiación de todo texto como parte de un gran texto[2]Esta obra, junto a sus novelas configuran un arte de la memoria.[3]
El escritor Miguel Donoso Pareja, influenciado por una carta de Gustave Flaubert a Louise Colet en 1853, donde se sugiere que lo inventado puede ser cierto, construye su libro de cuentos justamente con ese título, explorando la relación entre escritura y realidad, algo que marcará su obra en general por su enfoque en la memoria y la reconstrucción de la experiencia. Los cuentos están cargados de referencias a la escritura, la literatura y otras formas de representación, como la pintura y el cine, lo que sugiere una reflexión sobre la naturaleza de la representación y la capacidad del lenguaje para crear mundos propios.[4]
Donoso Pareja, a través de sus cuentos, propone que la escritura no solo representa la realidad, sino que la crea.[4] Los personajes a menudo se dedican a la escritura, la lectura o la reflexión sobre el lenguaje, y la realidad misma se presenta como algo maleable, construido a través de palabras y relatos.[4]