Titzina es una compañía de teatro española, fundada en 2001 por Diego Lorca y Pako Merino, considerada referente del teatro de creación contemporáneo,[1][2] con presencia en escenarios nacionales e internacionales.[3] Posee un repertorio propio bien valorado por crítica y público.[4]
Titzina | ||
---|---|---|
Tipo | compañía de teatro | |
Fundación | 2001 | |
Sitio web | www.titzinateatro.com | |
La compañía de teatro Titzina fue fundada en Sardañola del Vallés, en agosto de 2001 por Diego Lorca (Sardañola del Vallés) y Pako Merino (Santander), quienes durante varios años habían estudiado teatro y habían trabajado en diversas compañías españolas.[5] Lorca se formó en varias escuelas de Barcelona, entre ellas, Estudis de Teatre, mientras que Merino se licenció en Enfermería al mismo tiempo que se acercaba al teatro en la Escuela del Palacio de Festivales de Santander. En 1999, se conocieron en la École Internacionale de théâtre Jacques Lecoq de París.[6] Durante un tiempo, hicieron teatro juntos en París donde sus trabajos fueron siempre bien acogidos por el público francés, se integraron en la compañía inglesa Angel Exit Theatre, con la que, en 2001, obtuvieron gran éxito en el Festival de Edimburgo con la adaptación del texto Imaginary Prisons, de la escritora americana Gjertrud Schnackenberg. Posteriormente, se instalaron en España y crearon Titzina.[5]
La particular forma de Titzina de abordar los proyectos da como resultado unas obras singulares, con estilo propio, que se define como "sello Titzina”.[7][8] El proceso de preparación de cada montaje suele ser largo,[4] Comienza con la elección del tema. Continúa con la fase documental de recogida de información utilizando todo tipo de fuentes que los capacita para construir herramientas con las que sumergirse en los espacios donde el tema elegido es o ha sido vivido en primera persona y realizar entrevistas. Finalmente, con el intenso conocimiento adquirido, se crea la dramaturgia y se traslada al espacio escénico para ofrecer la obra al público e invitarlo a detenerse y reflexionar tanto sobre realidades no muy conocidas,[9] como sobre los asuntos más habituales y a la vez más profundos del ser humano.[10]
El teatro de Titzina es un teatro comprometido en el que el trabajo actoral, de gran plasticidad y que utiliza elementos del clown o la comedia del arte, se fusiona con disciplinas como la danza y la música para crear piezas con una gran carga cómica y poética.[5][11]