La tierra de Fata Morgana (en danés: Fata Morgana Landet) era una isla fantasma ubicada en el océano Ártico. Supuestamente se encontraba entre el noreste de Groenlandia y el archipiélago Svalbard, en el extremo norte del mar de Groenlandia.
En 1907, durante la expedición danesa (1906-1908) dirigida por el etnólogo y explorador Ludvig Mylius-Erichsen, se informó que sus compañeros Johan Peter Koch y Aage Bertelsen habían avistado tierra a unos 80° 00′N 10° 00′W. Años más tarde, en la misma posición y alrededores se aseguraría haber avistado tierra, como afirmaron exploradores posteriores como Lauge Koch en 1933 desde el aire, Peter Freuchen en 1935 o Iván Papanin en 1937.[1] Tras el avistamiento de Papanin, Koch emprendió una expedición en hidroavión desde Svalbard en 1938 para buscar la supuesta isla. Usó un Dornier Wal, 297 comprado por el gobierno danés a Alemania. Con el capitán de vuelo Rudolf Mayer y el operador inalámbrico Franz Preuschoff (trabajador de Deutsche Luft Hansa) y un oficial naval danés, Koch voló de Copenhague a Kings Bay en la isla Spitsbergen. Se acercaron a Groenlandia desde diferentes direcciones pero no pudieron encontrar ningún rastro de tierra.[2]
La isla inexistente fue nombrada tierra de Fata Morgana debido a un tipo común de espejismo en las regiones polares. Posteriormente se llegó a asumir que esta supuesta isla era en realidad la isla de Tobias (Tuppiap Qeqertaa),[3] una isla estéril y rocosa al sur.[4] La posición de la isla Tobias, aproximadamente a 70 kilómetros (43 millas) de la costa noreste de Groenlandia, se determinó con precisión solo en 1993.[5]