El Terremoto del Eje Cafetero de 1999, también conocido como Terremoto de Armenia o Terremoto del 99, ocurrió el lunes 25 de enero de ese año a las 13:19, hora local (UTC-5), con una magnitud de Mw = 6.2.. Su epicentro preciso se ubicó en las coordenadas 4,29 grados de latitud norte y 69 grados de longitud oeste, a una profundidad de 17 km en una zona montañosa del municipio de Córdoba, Quindío. Esta región presenta un elevado riesgo sísmico debido a la triple unión en la esquina de la Placa Sudamericana, donde las placas de Nazca y del Caribe convergen.[1]
Terremoto de Armenia | ||
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6,2 en potencia de Magnitud de Momento (MW) | ||
![]() Áreas afectadas por el terremoto. | ||
Parámetros | ||
Fecha y hora | 25 de enero de 1999, 13:19:17 UTC | |
Profundidad | 17 km | |
Duración | 28 segundos | |
Coordenadas del epicentro | 4°30′N 75°42′O / 4.5, -75.7 | |
Consecuencias | ||
Zonas afectadas | Departamentos de Quindio, Risaralda, Valle del Cauca, Tolima y Caldas | |
Mercalli | X (Extremo) | |
Víctimas | 1 185 muertos | |
El sismo causó un gran impacto en la ciudad de Armenia y sus municipios vecinos, así como en los corregimientos del Valle y Quindío, como Corozal, Quebradanueva, Vallejuelo, La Paila, entre otros. A pesar de algunas medidas preventivas, la zona quedó sumida en el caos estructural, social y sanitario durante varias semanas.[2] Además, los departamentos de Risaralda y Caldas también experimentaron afectaciones, aunque en menor medida.
Fueron detectadas 14 réplicas del terremoto, la primera a las 17:40 de magnitud 5,4 en la escala de ritcher (MS). Otras réplicas que causaron pánico entre los habitantes ocurrieron el día 29 de enero a las 23:33 hora local, de magnitud 4,2 (MS) y el día 31 de enero a las 03:03 hora local, de magnitud 3,5 (MS).
El evento destruyó las principales estructuras de control y ayuda de la ciudad de Armenia, como el Cuartel de la Policía Nacional, ubicado en el Barrio Uribe y la estación de bomberos, ubicada en el alto de El Bosque, ambos colapsaron inmediatamente; también la oficina de Medicina legal y la Defensa Civil. Debido a esto no hubo medios para un adecuado reporte y recuento de víctimas.
El terremoto inicial produjo una cifra estimada de muertes de cerca de 1 000 personas. La primera réplica del terremoto a las 17:40, produjo un indeterminado número de víctimas entre las personas que intentaban remover sus bienes de las estructuras semidestruidas. Los subsecuentes vándalos, robos a las víctimas heridas, ataques a las tiendas y casas, y peleas por comida, agua y alojamiento; incrementaron el número total de muertes a cerca de 1 185.
Sin tener en cuenta las viviendas y barrios que colapsaron en el terremoto, a continuación se listan las históricas edificaciones de la ciudad de Armenia que desaparecieron durante o después del terremoto. En negrilla las edificaciones reconstruidas.
Las estructuras de muchos hospitales fueron afectadas, y los recursos disponibles para el cuidado de la salud fueron insuficientes incluso antes del evento. Además, el área tenía planes de reacción en caso de emergencia limitados y poca experiencia con triaje. Como consecuencia, la atención de las víctimas fue caótica. Cerca de 4 000 personas con varios grados de lesiones.
La cantidad de personas perdidas como resultado del terremoto se estima como cercana a 500. Algunos factores envueltos en la desaparición de estas personas son los problemas de seguridad causados por los vándalos, el colapso de las comunicaciones y los caminos, la falta de coordinación en las fuerzas de rescate, la atención de las víctimas heridas y la identificación de los cuerpos.
La principal actividad económica de la región, la industria del café de Colombia, fue altamente afectada. Cerca de 8 000 fincas cafeteras fueron completa o parcialmente destruidas, también 13 000 estructuras de muchos tipos de empresas e industrias fueron afectadas y estuvieron fuera de servicio de manera temporal o permanente. Los bancos y las entidades financieras no pudieron entregar dinero por varias semanas.
Las donaciones de dinero y de recursos a nivel nacional e internacional fueron aproximadamente el 4% de la totalidad de los recursos invertidos que permitieron la reconstrucción total del Eje Cafetero colombiano. El organismo creado para la administración de estos fondos fue conocido como FOREC[3] (acrónimo para Fondo para la Reconstrucción del Eje Cafetero) y ha sido calificado por el Banco Mundial y los expertos internacionales como un ejemplo exitoso de trabajo en emergencia entre el estado y la sociedad civil organizada.
La región afectada era antes de la tragedia, una sociedad rural y agrícola. Después del FOREC, es una región de servicios, moderna y con mejor infraestructura. El deslinde del proceso con las organizaciones políticas permitió una auditoría permanente que produjo transparencia en la administración y asignación de los recursos, en medio de una severa crisis fiscal y económica que padecía Colombia.
La cabeza del proceso se confió por Andrés Pastrana, entonces presidente de Colombia, a Luis Carlos Villegas, oriundo de Pereira y presidente de la Andi, Asociación Nacional de Industriales. El equipo administrativo fue liderado por el quindiano Everardo Murillo.