Las tres Suites para violonchelo solo (op. 131c) de Max Reger fueron compuestas en 1915[1] y se encuentran entre las obras más difíciles del repertorio para este instrumento.[2]
Max Reger no reprodujo estrictamente la suite barroca, sino que creó una secuencia libre de tres, y cuatro movimientos, de diferente carácter. Siempre comienza con un preludio, para poner en marcha el movimiento con una secuencia de semicorcheas apenas interrumpida.[2]
La Gavota y la Giga de la Suite n.º 2, aunque pertenecen a los movimientos tradicionales de la suite, Reger las contrasta con un Largo, que evoca un soliloquio melancólico.[1]
Con Max Reger,[3] la literatura para solistas de cuerda experimentó un renacimiento, que continuaría durante medio siglo en las obras de Sibelius, Hindemith, Bartók, Honegger y otros.[1]
Matt Haimovitz grabó la primera suite para DG en 1990. Vincent Belanger grabó la tercera suite en 2015 para AudioNoteMusic (ANM1601).