Un sol es una suspensión coloidal hecha de partículas sólidas muy pequeñas[1] en un medio líquido continuo. Los soles son bastante estables y muestran el efecto Tyndall. Los ejemplos incluyen sangre, tinta pigmentada, fluidos celulares, pintura, antiácidos y barro.
Los soles artificiales se pueden preparar mediante dispersión o condensación. Las técnicas de dispersión incluyen el triturado de sólidos a dimensiones coloidales mediante molienda de bolas y el método de arco de Bredig. La estabilidad de los soles se puede mantener usando agentes dispersantes.
Los soles se utilizan comúnmente como parte del proceso sol-gel.
Un sol generalmente tiene un líquido como medio de dispersión y un sólido como fase dispersa.
Propiedades de un coloide (aplicable a soles)