Sogo es una localidad española perteneciente al municipio de Pereruela, en la provincia de Zamora, y la comunidad autónoma de Castilla y León.
Sogo | ||
---|---|---|
entidad singular de población | ||
![]() | ||
Ubicación de Sogo en España | ||
Ubicación de Sogo en la provincia de Zamora | ||
País |
![]() | |
• Com. autónoma |
![]() | |
• Provincia | Zamora | |
• Comarca | Sayago | |
• Partido judicial | Zamora | |
• Municipio | Pereruela | |
Ubicación | 41°23′19″N 5°58′17″O / 41.3886, -5.97145 | |
Población | 38 hab. (INE 2024) | |
Gentilicio | soguino, -a | |
Código postal | 49270 | |
Pero lo que convierte en singular esta pequeña localidad de 20 habitantes en 2025 es ser el hogar de una escritora muy especial, María Teresa Guerra Pino. Aquejada de parálisis cerebral y escribiendo con un solo dedo, ha sido homenajeada en el certamen Blaklladolid 2025. Esta entrevista habla de ella.
Tras un cuerpo defectuoso, una persona.
Teresa Guerra, joven de Sogo con parálisis cerebral, publica su tercer libro, "Más allá del físico", donde reivindica su "dignidad" y el derecho a decidir sobre su vid.
No es casualidad que el nuevo libro de Teresa Guerra Pino se titule "Más allá del físico". Cada frase que sale de su lúcida cabeza, transmite y si algo obsesiona a esta sayaguesa de 40 años, "llena de límites físicos" por una parálisis cerebral, es el enorme muro que la enfermedad -también la propia sociedad- le ha impuesto con el mundo "normal".
La vida de Tere es lenta, al ritmo de Sogo, el pequeño pueblo de Sayago donde vive con sus padres y una persona que les atiende a tiempo completo. Al ritmo de un cuerpo tan vapuleado por los espasmos que cada frase tecleada con los dedos es una odisea. "Puedo tardar horas en redactar un párrafo -cuenta en el libro-, pero no importa porque me da tiempo a pensar bien lo que hay en mi cabeza". La escritura se ha convertido en el altavoz más eficaz de esta inquieta autodidacta con tres libros ya en su haber como tres batallas ganadas en una vida truncada físicamente desde su inicio. "El accidente fue venir al mundo al revés, mi cerebro se quedó sin aire y se creó una parálisis" describe ella misma.
Primero fue "Al otro lado de la ventana", después "La ironía de la libertad" y ahora "Más allá del físico", cuya portada ha sido ilustrada por el pintor zamorano Carlos San Gregorio, al que Tere agradece el gesto. Lo más probable es que este libro nunca vea la luz en papel -"mis padres no pueden pagar ese gasto y es difícil que alguien se comprometa a publicarlo" admite-, así que será en su página de Facebook donde se podrá leer este nuevo relato, la experiencia vital de quien avanza a fuerza de lucha, tesón y valentía. "Quiero mi dignidad" clama como bandera.
Las redes sociales y sobre todo Internet han sido para esta sayaguesa "una gran ventana al mundo, un invento perfecto para encontrar cualquier información; yo lo utilizo bastante, sobre todo en invierno es el único entretenimiento, lo uso para buscar cualquier cosa que me interese o para comunicarme con otras personas. También para escuchar música" relata en el libro que hoy todavía se esconde en el ordenador, su gran "arma" para dar voz a todo lo que tiene dentro. De otra forma sería muy complicado.
Una minusvalía del 88% por discapacidad física es por sí misma un obstáculo que en parte Tere salva con su otra ventana al mundo, la silla de ruedas con motor. El vehículo le concede libertad para recorrer las calles del pueblo o enfilar la carretera desde la casa de Sogo donde ahora vive tras ingratas experiencias en centros y residencias de mayores que le han dado más de un disgusto; hasta corrió peligro la pensión asistencial. Recuerda el paso por Moraleja de Sayago como un mal sueño donde vio cuestionada su dignidad. "Quiero que se me reconozca que, a pesar de mi minusvalía física, estoy capacitada para tomar decisiones como cualquiera".
Quizás por ello, al igual que en los otros libros, en "Más allá del físico" la autora defiende como una leona su capacidad mental, inversamente proporcional al límite físico. "Si me hablaran tratándome como alguien normal descubrirían que dentro de mi cuerpo defectuoso hay una chica escondida, con una personalidad propia" defiende.
Por eso Tere no quiere ni oír hablar de centros donde se siente "enjaulada", con personas mayores o discapacitados síquicos. "Si yo aceptara irme -que va a ser que no-, como los servicios sociales y la sociedad mandan, me tendría que marchar fuera de Zamora porque, a pesar de que existen varias personas con parálisis cerebral, no hay ningún centro adecuado para nuestra discapacidad" reflexiona. "En casa soy más libre; si mi libertad se reduce a mi mente, os aseguro que con ella voy donde quiero. No hace falta andar ni tener un cuerpo sano para "volar"".
Los mensajes son insistentes. "Mi mente va más rápida que mi mano y mientras tecleo, pienso y me pregunto ¿por qué los lugares de los demás no están predestinados y el mío sí?". Tere reclama hasta la saciedad "que se me deje ejercer el derecho que tengo como ser humano a vivir dignamente donde yo quiera y con la ayuda necesaria, que tanto proclama el gobierno de España".
Con "Más allá del físico" Teresa Guerra vuelve a interpelar a la sociedad, a dinamitar conciencias dormidas. "¿Se me quita de raíz el derecho a decidir sobre mi vida por el simple hecho de tener un cuerpo defectuoso?, ¿por qué mis intentos de tener una vida lo más digna posible caen rápido en un saco cerrado sin fondo que nadie abre porque no interesa?". Preguntas para la reflexión.
La Opinión de Zamora » Irene Gómez 04.03.2017
Gestiona tus seguidores
Consulta y gestiona a quién sigues en Amazon.
Visita Author Central
¿Eres autor? Visita Author Central para actualizar tus libros, la foto de perfil y la biografía.
Su término pertenece a la histórica y tradicional comarca de Sayago. Junto con las localidades de Arcillo, La Cernecina, Las Enillas, Malillos, Pueblica de Campeán, San Román de los Infantes, Sobradillo de Palomares, Pereruela, y La Tuda, conforma el municipio de Pereruela.
El topónimo Sogo se explica como forma derivada del latín tardío "sabucu", es decir, saúco. Procede por tanto de la monoptongación tras caer la –b– intermedia, pudiéndose justificar esta evolución, que coexiste con formas trisilábicas (saúco, saúgo), suponiendo un desplazamiento del acento hacia la sílaba inicial por influencia de sauce, sauz. Ello daría lugar a una variante popular bisilábica *sau-go, cuya primera sílaba, interpretada por los hablantes como un diptongo decreciente (auru - oro; autario - otero), permitiría la reducción hacia sogo. La forma Soguino es explicable por diferenciación toponímica, inicialmente debió de llamarse Sogo, como el topónimo mayor.[1]
Sobre esta localidad existe una hermosa y graciosa leyenda que relata como su nombre proviene del temor que originó una gran soga (allí llamada sogo) que, caída en el fondo de un pozo, atemorizó a los habitantes de este pueblo al confundirla con una gran serpiente. Otras versiones de esta narración, sitúan esta cuerda o sogo en su puente romano.
El gentilicio de esta localidad pedánea del municipio de Pereruela es Soguino.
El puente romano de la localidad, en la calzada Zamora-Fermoselle sobre la Rivera de Fresno y próximo al pago de Los Casales, nos muestra la existencia de población en el entorno de Sogo desde época romana. Se ha fijado su construcción a finales del S. I, durante los tiempos de la Pax Romana. Conserva en perfecto estado sus arcos de medio punto y los correspondientes tajamares, así como un trozo empedrado de la calzada que nos revela el sistema empleado para su construcción y sus posibilidades de uso.
En la Edad Media, Sogo quedó integrado en el Reino de León, época en que habría sido repoblado por sus monarcas en el contexto de las repoblaciones llevadas a cabo en Sayago.
Posteriormente, en la Edad Moderna, Sogo estuvo integrado en el partido de Sayago de la provincia de Zamora, tal y como reflejaba en 1773 Tomás López en Mapa de la Provincia de Zamora.
Perteneció a la cuadrilla de Pereruela, que era una de las cuatro en que se dividía el antiguo partido de Sayago dentro de la jurisdicción de la ciudad de Zamora.
Sogo a principios del siglo XIX (1827), según el Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal, este era lugar de realengo del partido de Sayago que contaba con 53 vecinos y 156 habitantes, que estaba situado en el camino que conduce desde Zamora a Fermoselle, lindando con los términos de Fadón, Malillos y Fresnadillo. Riegan su término dos arroyuelos que desaguan en el Duero y formado por suelo de tierra ligera que produce cebada, centeno, trigo, garbanzos y pastos. Dista 4 leguas de su capital, Zamora, contribuyendo con 1014 reales y 29 maravedíes.
Al reestructurarse las provincias y crearse las actuales en 1833, la localidad fue encuadrada en la provincia de Zamora, dentro de la Región Leonesa,[2] integrándose en 1834 en el partido judicial de Bermillo de Sayago,[3] dependencia que se prolongó hasta 1983, cuando fue suprimido el mismo e integrado en el partido judicial de Zamora.[4]
Gráfica de evolución demográfica de Sogo[5] entre 1842 y 1970 |
![]() |
Población de derecho según los censos de población del INE Población de hecho según los censos de población del INEEntre el censo de 1981 y el anterior, este municipio desaparece porque se integra en el municipio 49152 (Pereruela)[6] |
Sogo es especialmente conocida por su hermoso puente situado sobre la rivera que corre por su término. Tal obra, situada dentro de la calzada romana que unía la ciudad de Zamora con el municipio de Fermoselle, es considerada (tal y como indica su señalización) que su origen es romano, aunque es muy probable que en la Edad Media fuera rehecho siguiendo el modelo original de la época romana. El puente de Sogo cuenta con tres arcos, siendo el de en medio de mayor tamaño que los demás.
De su municipio, también destacan su iglesia y el crucero situado delante de la misma. Este último posee tres amplios escalones, pie en forma de ara y corto poste cuadrado transformado en octogonal, donde su capitel se forma por profundas escocias, teniendo su cruz superior unos brazos laterales excesivamente estrechos.[7]
Su fiesta principal es San Juan, aunque desde ya hace algunos años se celebra como fiesta principal el penúltimo domingo de agosto (antiguamente tercer domingo de septiembre) el denominado Ofertorio.