Su construcción respondió a una premeditada organización para el almacenamiento de cereal, dentro de la política implementada por el régimen franquista a través del Servicio Nacional del Trigo. Las instalaciones entraron en servicio en 1950 y contaban con una capacidad de almacenamiento de unas 2.500 toneladas.^[1]​ El silo de El Carpio constituyó uno de los primeros de toda la red que entró en servicio. Con posterioridad, la unidad pasaría a manos del Servicio Nacional de Cereales en 1969 y, dos años después, del Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA).

Se trata de un silo del tipo A, tipología a la cual pertenecía la primera serie de unidades que se construyeron. Su estructura está levantada en hormigón y está compuesto por celdas cuadradas de ladrillo armado.^[2]​ En términos generales, los silos de este tipo suelen tener una altura máxima de 27 metros y poseen elementos ornamentales en su fachada de inspiración historicista.

• Anexo:Silos de la Red Nacional de Silos y Graneros

• Barciela López, Carlos (2007). Ni un español sin pan: la Red Nacional de Silos y Graneros. Prensas Universitarias de Zaragoza. 
• Mateo Caballos, Carlos; Salamanca Cascos, David (2014). «Red nacional de Silos: integración en la realidad urbana andaluza y su reutilización para nuevos usos». II Jornadas Andaluzas de Patrimonio Industrial y de la Obra Pública (Junta de Andalucía/ Fundación Patrimonio Industrial de Andalucía).