Siete ancianos y una chica (en ruso: Семь стариков и одна девушка, romanizado: Sem starikov i odna) es una película de comedia soviética de 1968, dirigida por Yevgeny Karelov, protagonizada por Svetlana Savelova, Valentín Smirnitsky, Borís Chirkov y Nikolái Parfyonov en los papeles principales y producida por los estudios cinematográficos Mosfilm.[1][2]
Семь стариков и одна девушка | ||
---|---|---|
Título | Siete ancianos y una chica | |
Ficha técnica | ||
Dirección |
| |
Guion |
Albert Ivanov Yevgeni Karelov | |
Música | Evgeniy Ptichkin | |
Fotografía | Serguéi Zajtsev | |
Montaje | M. Renkova | |
Protagonistas |
Svetlana Savelova Valentín Smirnitsky Boris Chirkov Nikolái Parfyonov Boris Novikov Aleksei Smirnov Anatoli Adoskin Alexander Beniaminov | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Unión Soviética | |
Año | 1968 | |
Género | Comedia, Musical | |
Duración | 81 minutos | |
Idioma(s) | ruso | |
Formato | 1:1,37 | |
Compañías | ||
Productora | Mosfilm | |
Ficha en IMDb | ||
Elena Petrova Velichko (Svetlana Savelova) es una joven y ambiciosa entrenadora física que acaba de graduarse del Instituto de Educación Física. Para su primer trabajo es enviada como entrenadora a un club deportivo. Ella está llena de esperanzas brillantes. Sin embargo, en lugar de un grupo de prometedores y jóvenes deportistas, la asignan un grupo de seis hombres no muy jóvenes y además muy bajos de forma física.
En un vano intento de librarse del grupo que la han asignado, les da unas cargas ridículamente ligeras, otras veces abrumadoras, grita y es grosera verbalmente, intenta por todos los medios que la despidan, pero esto no resulta tan fácil como pudiera parecer, puesto que según la legislación soviética, un joven especialista solo puede ser despedido por una falta muy grave.
Pronto, un séptimo estudiante, se une al grupo de seis «ancianos». Este se siente atraído sentimentalmente por Elena y quiere su afecto. Para conseguirlo intenta de todas las formas posibles ayudar a la chica a realizar su plan: para ello decide romper el grupo desde dentro y desacreditar a la joven y bella entrenadora. Pero, de hecho, todo resulta en vano: por alguna razón todos los ancianos simpatizan sinceramente con su instructora y hacen todo lo posible para que esta tenga éxito, sin dejar a la joven ninguna posibilidad de «deshacerse» de los ancianos.
Al final, los siete se encuentran en una situación extrema (ante sus propios ojos, un grupo de ladrones asaltan y roban a Serguéi Anisov, el coleccionista), después de todo, resulta que las clases de Lenochka no han sido en vano, los «ancianos» no solo se hicieron más fuertes físicamente, sino que también formaron un grupo de amigos perfectamente cohesionado y unido.
La imagen positiva y desenfadada de la película gustó mucho al público soviético, aunque no se convirtió en el principal éxito de ese año, porque al mismo tiempo se estrenó una de las mejores comedias soviéticas, El brazo de brillantes (Бриллиантовая рука). Sea como fuere, el éxito de la película le dio a la actriz protagonista Svetlana Savyolova, la esperanza de relanzar su carrera, algo que al final nunca sucedió.[1]