En la mitología selknam, los sho'on o shó'on son los cuatro cielos del infinito en los que se divide el cosmos.[1] Estos cielos eran concebidos como "cordilleras invisibles del infinito". A estas cordilleras se dirigía el kaspi o alma después de morir, para reunirse con las fuerzas eternas del universo.[2]
El Kamuk es el cielo del Norte. Simboliza a la primavera y al verano. Es el sho'on de origen de Kojh y su hermana Chalu.[2]
El Kéikruk es el cielo del Sur. Se asocia al invierno. Es el sho'on de origen de Kre y sus hermanos Josh y Shéit.[2]
El Wintek es el cielo del Este. Es considerado el más importante de los cuatro sho’on, por ser el lugar de residencia de Temáukel y el origen de todo lo existente.[3][4][5] A diferencia de los otros tres sho'on, el Wintek simbolizaba a todas las estaciones del año y, posiblemente, incluso al tiempo.[2]
Según la creencia de los selknam y haush, el acceso al Wintek era defendido por la cordillera de la Isla de los Estados, a la cual llamaban K’oin-harri o Kéoin Hurr (Cordillera de las Raíces), la cual evocaba la muralla de una inmensa y misteriosa fortaleza.[2][3][5]
El Kenénik es el cielo del Oeste. Se asocia al otoño. Es el sho'on de origen de Kren y su hermano Shenrr.[2]