Shirley Quispe es una santa popular que se venera en Sipe Sipe, en el departamento de Cochabamba, en Bolivia.
Shirley Quispe | ||
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Shirley murió el 23 de julio de 2003 en manos de su entonces pareja, Ramiro Pozo. Tenía 18 años y estaba embarazada de 8 meses. Fue llevada con engaños a una quebrada, camino a las ruinas de Incarraqay, en donde fue asesinada y posteriormente mutilada. El asesino sacó al bebé de su vientre y también lo asesinó. Pozo enterró a su hijo en Amiraya y quemó el cuerpo de Shirley. Pozo entró a la cárcel, pero fue liberado poco después. Según algunas personas se volvió loco y deambula por Quillacollo, aunque otras fuentes dice que rehizo su vida, se casó y tiene hijos. El cuerpo de Shirley está enterrado en el Cementerio General de Sipe Sipe y el del bebé en la Amiraya. Se dice que la madre de Pozo estaba en contra de la relación de ambos, ya que Shirley era pobre, su madre la había abandonado y su padre era mendigo.[1]
Se construyó un altar en el lugar donde el cuerpo calcinado de Shirley fue encontrado. La santa recibe cartas y pedidos de todo tipo, aunque resaltan los de reclusos, que a través de familiares le envían cartas y regalos para pedirle por su libertad, así como los de personas que quieren tener niños y madres que buscan a sus hijos extraviados o piden por la salud de estos. En el altar se puede ver ropa de bebé que mujeres van a dejar para pedir por la salud de niños que están por nacer. La gente visita el altar de Shirley el primer lunes de cada mes.[2]
En el Comando Regional de la Policía del Valle Bajo, en Cochabamba, los oficiales tienen un altar dedicado a Shirley, a quien le piden ayuda para resolver casos o atrapar a criminales.[1]
Entre los devotos están personas de Cochabamba, pero también de otros departamentos del país e incluso de Argentina.[3]