Un secadero solar o deshidratador es un dispositivo que usa energía solar para secar sustancias, especialmente alimentos.
Hay dos tipos generales de secadores solares: directos e indirectos.[1]
Los secaderos solares directos exponen la sustancia a ser deshidratada dirigida a la luz del sol.
Históricamente, la comida y la ropa se secaba usando tendederos, o poniendolas en rocas o encima de las tiendas.[2] En Mongolia, el queso y la carne se secan todavía de forma tradicional usando la parte superior del ger (tienda) como secador solar.[3]
En estos sistemas, el secado solar está asistido por el movimiento del aire (viento), que elimina el aire más saturado y lo aleja de los elementos que se están secando. Más recientemente, estantes de secado y tiendas solares con mayor complejidad fueron construidas como secadores solares.[4]
Un tipo moderno de secador solar tiene una superficie negra de absorción que recoge la luz y la convierte en calor; el material que sería secado se coloca directamente en esta superficie.
Estos secadores puede tener cerramientos, cubiertas de vidrio y/o ventilaciones para una mayor eficacia.
En los secaderos solares indirectos, la superficie negra calienta el aire entrante, en vez de calentar directamente la sustancia a secar. Este aire calentado se pasa entonces sobre la sustancia a secar y sale hacia arriba, a menudo a través de una chimenea, llevándose la humedad liberada de la sustancia con él.[2]
Pueden ser muy simples, sólo un marco frío con tela negra, inclinado a un edificio de ladrillos aislados, con ventilación activa y un sistema de calefacción de reserva.[5][6] Uno de las ventajas del sistema indirecto es que es más fácil de proteger la comida, u otra sustancia, de la contaminación, tanto por el viento, como por pájaros, insectos, o animales. También, el sol directo químicamente puede alterar algunas comidas haciéndolas menos apetitosas.