Santa sangre (reliquia)

Summary

Según la tradición de la Iglesia católica, se venera la Santa Sangre, aquella sangre que Cristo derramó durante la Pasión o Viacrucis. Es una devoción típica de la religiosidad de la Edad Media, motivada por las Cruzadas y el culto a las reliquias. Se trata de siete reliquias de la Sangre de Cristo, oficialmente reconocidas, de las cuales una desapareció (la de Londres) mientras que otras dos son "hermanas" y proceden de la misma reliquia (Mantua y Weingarten).

Reliquia de Fécamp.
Procesión de la Sagrada Sangre en Brujas.
Retablo de la Santa Sangre en Rothenburg ob der Tauber.

Reliquias

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La Santa Sangre de la abadía la Trinidad, Fécamp

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Iglesia abacial de la Trinidad (siglos XII - XV), es conocida por contener un relicario con dos ampollas de plomo que contienen la Santa Sangre de Cristo. El relicario es del siglo XIX y fue robado en 2020. Por suerte, el relicario fue devuelto meses después del robo y recuperado tras las comprobaciones oportunas para ser nuevamente expuesto a la devoción de los fieles.[1]​ Formalmente, desde el siglo XII las reliquias de la Sangre de Cristo son objeto de devoción en Fécamp, aunque existen diversas leyendas y tradiciones sobre su llegada hasta Normandía. Lo más probable es la llegada a Fécamp de las reliquias en el siglo XII por medio de los caballeros que llegaban de las Cruzadas. El 14 de junio se celebra anualmente en Fécamp una misa y exposición a los fieles de la reliquia para ser venerada.

La Santa Sangre de la basílica de la Santa Sangre, Brujas

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En esta iglesia se guarda la Sangre de Cristo, que según la tradición, fue traída desde Jerusalén por Teodorico de Alsacia, conde de Flandes, a su regreso de Tierra Santa durante la Segunda Cruzada, en el año 1150. De todas las reliquias de la Santa Sangre de Cristo es la más conocida.

En recuerdo de estos acontecimientos, se celebra anualmente la procesión de la Santa Sangre el día de la Ascensión.

La Santa Sangre de la Sainte-Chapelle, París

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Tras la adquisición de las reliquias de la pasión de Cristo por el rey Luis IX de Francia se creó la Sainte-Chapelle, en París. La Santa Sangre se halla aún en la capilla junto a otras reliquias en 1241 procedentes de Constantinopla. Se desconoce si estas reliquias eran "hermanas" de las regaladas por el Patriarca Latino de Jerusalén a Enrique III de Inglaterra en 1247. No se debe confundir con la reliquia de la Santa Sangre procedente de Mantua y que fue regalada a Carlomagno, quien la depositó en la Capilla Real de Paris, actual Basílica de Saint-Denis y se encuentra desaparecida.

La Santa Sangre de la iglesia de Santiago, Rothenburg ob der Tauber

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La iglesia de Santiago (siglos XIV-XV) de Rothenburg ob der Tauber es célebre por sus retablos, principalmente por el de la "Santa Sangre" de Tilman Riemenschneider, realizado a principios del siglo XVI. El nombre del retablo es debido a una reliquia que se halla incrustada en una cruz con un cristal de roca, fechado entorno a 1270, que contiene una gota de la sangre de Cristo. Se piensa que el relicario fue traído al final de las cruzadas por nobles o caballeros, esta reliquia atrajo durante siglos a numerosos peregrinos. Por otro lado, existe la creencia de haber emanado del vino de un cáliz y haberse convertido en sangre. En todos los casos hoy la iglesia de Santiago pertenece a la confesión evangélica y la reliquia ha sido siempre respetada.

La reliquia fue enviada por el Patriarca latino de Jerusalén a Enrique III de Inglaterra en 1247. Depositada en la Abadía de Westminster y desde el siglo XVI desaparecida.

La Santa Sangre de la Basílica de San Andrés, Mantua

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La Basílica fue construida en el siglo XV. La sangre mezclada con arena que contiene la santa ampolla se expone sólo para ocasiones solemnes, se encuentra actualmente repartida en dos relicarios. Según la tradición la sangre de Cristo fue traída por Longino a Europa, el centurión que con su lanza atravesó a Cristo. Más tarde, en el siglo VIII sería encontrada la Santa Sangre junto a los restos de Longino en Mantua, y todo fue depositado en la Iglesia de San Andrés. Una parte de la reliquia de la sangre fue donada por el Papa León III a Carlomagno, quien la depositó en la Capilla Real en París, hoy Basílica de Saint-Denis. En el siglo X por los conflictos e invasiones que vivió la Lombardía, se procede a dividir la reliquia de la Sangre de Cristo en tres recipientes distintos y se esconden en Mantua. En 1048, el Beato Adalberto, que era ciego, guiado por aparición de San Andrés encuentra dos de los recipientes anteriormente escondidos, de los cuales una parte de ellos es regalada en 1053 al Papa León IX en Roma y la otra en 1055 a Enrique III el Negro, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. La reliquia que recibió el emperador Enrique III es la que llegó a la abadía de Weingarten en 1090, y que actualmente se conserva en la ciudad alemana. Según la tradición, las reliquias correspondientes a León IX no les fueron entregadas a éste, sino que se trata de un error histórico posterior, ya que el Papa habría venido a Mantua a validar las reliquias en 1053.

En 1479 se encontró el tercer recipiente que había sido escondido durante el siglo VIII, fue hallado en la Iglesia de San Pablo de Mantua. A éste se le encarga en el siglo XV un nuevo relicario donde es depositado. Desde ese momento, este relicario y el resto de los dos anteriores son cambiados a lo largo del tiempo por nuevos relicarios, todos ellos en la Basílica de Mantua. Durante siglos se ha venerado la Santa Sangre en Mantua y se sigue haciendo con gran devoción por cientos de peregrinos el Viernes Santo.

La Santa Sangre de la Basílica de St. Martin, Abadía de Weingarten, Weingarten (Wurtemberg)

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Un monasterio fue construido durante el siglo XI, entorno a 1056 por orden de Welf I duque de Baviera, sobre los restos del siglo XII de la iglesia del monasterio se levantó una de las joyas del barroco alemán, la Basílica de St. Martin en el siglo XVIII. Actualmente tiene la condición de basílica menor papal y es la iglesia principal del monasterio benedictino o Abadía de Weingarten donde aún existe una comunidad religiosa de esta orden. El relicario se encuentra expuesto a los fieles de forma permanente, son unas gotas de sangre con arena procedente de la Santa Sangre que se encuentra en la Basílica de San Andrés de Mantua en Italia. Se trata de la que fue regalada en 1053 a Enrique III el Negro.[2]

Véase también

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Referencias

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  1. https://www.elindependiente.com/internacional/2022/07/12/un-detective-de-arte-holandes-afirma-haber-recuperado-la-reliquia-de-la-preciosa-sangre-robada-en-fecamp/#google_vignette
  2. https://www.drs.de/dioezese/kirchen-kapellen-kloester.html
  •   Datos: Q120556900