En el budismo zen, samu (作務?) es el acto de meditar mientras se llevan a cabo labores terrenales, generalmente trabajo físico relacionado con el mantenimiento del monasterio.[1][2] Cuenta la tradición que fue impulsado por Baizhang Huaihai, al que se le atribuye el establecimiento de una serie de reglas para el monasticismo chan o Zen chino.[3] Para estos budistas, trabajar en labores de agricultura les ayudó a sobrevivir a la persecución del emperador Wuzong, sobre todo en comparación con otros monasterios que vivían de donaciones, y por ello estás reglas aún se mantienen con frecuencia hoy en día. De este texto proviene una famosa cita budista, "día sin trabajar, día sin comer").[4]