El tenedor para caracoles, o sacacaracoles, es un tipo de tenedor que es más pequeño que un tenedor de mesa ordinario y cuyos dos dientes terminan en una punta cónica para atrapar fácilmente el caracol cocido en su caparazón.[1]
Suele venir con una pinza para caracoles que te permite sujetar la concha sin riesgo de quemarte y ensuciarte los dedos. Los cubiertos para caracoles se encuentran más frecuentemente en hostelería y restauración. Como sustituto casero se usan normalmente mondadientes.[2]