En septiembre de 1973 en la ciudad de Tokio, Japón, quedó inaugurada la VII Conferencia del GATT que se denominó Ronda de Tokio donde se estableció el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP). Participaron aquí 99 países incluyendo cinco países socialistas de Europa Oriental: Hungría, Polonia, Rumanía, Checoslovaquia y Yugoslavia. Para entonces, China y la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas URSS no participaban de esta reunión del GATT.
Los temas que se debatieron en esta Ronda de Tokio fueron los concernientes al tipo de negociaciones comerciales entre países, tratando de que se amplíen y profundicen con la intención de lograr fuertes reducciones arancelarias, además de eliminar otras barreras obstructivas del comercio: reglas especiales para los productos agrícolas, restricciones cuantitativas, etc. El GATT había detectado 800 clases diferentes de obstrucciones al comercio, clasificadas en cinco categorías:
La extensión del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) fue uno de los temas más importantes tratados en esta Conferencia ya que su implementación beneficia considerablemente a los países menos desarrollados, y se caracteriza por la eliminación total de aranceles a ciertos productos, por parte de los países desarrollados pero sin la obligación de los países desarrollados de extender dicho beneficio a todos los países. En otras palabras, se asegura la entrada de ciertas mercaderías provenientes de países en desarrollo a mercados de países desarrollados, que tienen más población, mercado interno, consumo y capacidad adquisitiva. Lo relativo a estas disposiciones, sin duda han sido de gran relevancia para los países miembros de la OMC toda vez que este acuerdo determina las medidas arancelarias y respeta el acuerdo de la nació menos favorecida (NMF).
Dentro del marco jurídico del comercio mundial los temas fundamentales fueron el perfeccionamiento del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP); los acuerdos multilaterales entre países desarrollados y países en desarrollo, sobre medidas no arancelarias; la aceptación, sin reciprocidad, de los acuerdos entre países en desarrollo destinados a reducir aranceles y medidas no arancelarias, para los productos de los países desarrollados y por último, las concesiones especiales a los países menos adelantados.
En cuanto a las medidas no arancelarias, que fue el tema de discusión más destacado, se suscribieron algunos códigos y acuerdos:
Con respecto a la agricultura, se llegó a una serie de acuerdos especiales con respecto a carne de bovino y productos lácteos. El Acuerdo de Carne de Bovino tenía la finalidad de expandir, liberalizar y estabilizar, el comercio internacional de carne y animales vivos, mientras que el Acuerdo Internacional de Productos Lácteos tenía por objeto ampliar y liberalizar el comercio de estos productos entre los países signatarios del acuerdo, a los fines de evitar excedentes, fluctuaciones indebidas de precios y perturbaciones al comercio internacional.