Robin Alta Charo (Brooklyn (Nueva York), 1958) es una bioeticista estadounidense. Profesora emérita Warren P. Knowles de derecho y bioética en la Universidad de Wisconsin-Madison y una de las principales defensoras de la investigación con células madre embrionarias.[1]
Robin Alta Charo | ||
---|---|---|
Información personal | ||
Nacimiento |
1958 Brooklyn (Nueva York) | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Educación | ||
Educación | ||
Educada en |
| |
Información profesional | ||
Ocupación | Bioeticista | |
Área | Células madre embrionarias | |
Conocida por | ||
Empleador |
| |
Miembro de |
| |
Distinciones |
| |
Obtuvo una licenciatura en biología de la Universidad de Harvard en 1979 y un doctorado en derecho de la Universidad de Columbia en 1982.[2]
Durante el curso 1985/86 fue profesora de Derecho Estadounidense en la Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne, en Francia.[3]
Entre 1986 y 1988 fue analista legal del Programa de Aplicaciones Biológicas en la Oficina de Evaluación Tecnológica del Congreso de los Estados Unidos.[3]
Desde 1989 es profesora de derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Wisconsin-Madison,[4] donde además, desde 2002, es Decana Asociada de Investigación y Desarrollo Docente.[5]
Cómo asesora gubernamental, ha formado parte de varias comisiones en las que ha redactado informes sobre temas que incluyen derechos de voto, derecho ambiental, planificación familiar y ley de aborto, ley de genética médica, las leyes de clonación, política de tecnología reproductiva y política científica y ética.[6]
Su área de trabajo e investigación está relacionada con CRISPR (siglas en inglés de Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats.)[7]
Entre 1996 y 2001, durante la presidencia de Bill Clinton, fue miembro de la Comisión Asesora Presidencial Nacional de Bioética, apoyando la investigación con células madre y el mantenimiento de bancos de embriones, motivo por el que fue increpada por grupos religiosos y evangélicos. Entre los informes redactados en ese periodo, algunos de los más controvertidos y que provocaron mayores protestas son:[3]
En 2005 declaró que
«cualquier investigación que combine materiales humanos y animales ya está cubierta por las leyes y agencias existentes.
[...]
La Ley de Bienestar Animal garantizaría que cualquier tipo de especie de quimera[nota 1] sea protegida y tratada con humanidad, o que nunca se cree y la Administración de Medicamentos y Alimentos tiene autoridad en lo que respecta a los trasplantes.
[...]
Cualquier preocupación adicional se deriva de cuestiones más amplias y filosóficas, que han existido desde que existe la ciencia.
[...]
Es un argumento que se remonta a milenios, desde Galileo y la iglesia hasta el alboroto por las autopsias y la fertilización in vitro. La ciencia siempre ha alterado las normas sociales.»[8]
Entre 2009 y 2011 fue asesora principal de políticas sobre temas de tecnología emergente en la Administración de Alimentos y Medicamentos.[9]
También formó parte del equipo de transición del presidente Barak Obama, donde fue miembro del equipo de revisión del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), centrándose de forma especial en temas de transición relacionados con los Institutos Nacionales de Salud, la Administración de Alimentos y Medicamentos, la bioética, la política de células madre y la salud reproductiva de las mujeres.[9]
Durante la pandemia de Covid-19 fue miembro del comité de la Academia Nacional de Medicina que asesoró a los políticos sobre la distribución equitativa de vacunas en EE. UU.[10]
Entre otros muchos cargos, es[3]
Alta Charo es autora de numerosos artículos[13] entre los que cabe destacar:
Referencias
Notas