Roberta Carafa (-2 de septiembre de 1594) fue una dama de la alta nobleza del reino de Nápoles, especialmente conocida por su papel como protectora de la Compañía de Jesús.[1]
Fue una de los vástagos del matrimonio formado por Antonio Carafa, I príncipe de Stigliano e Ippolita di Capua. Roberta tuvo otros hermanos:
Contrajo matrimonio con su pariente Diomede Carafa, III duque de Maddaloni. El matrimonio no tendría descendencia.
Quedó viuda en 1561, heredando a su marido por ser este el último varón de esa rama de la casa de Carafa.
Por estas razones, en su viudez mantuvo una riqueza propia. Contribuyó a esta situación que la legislación napolitana que permitía una cierta independencia a las mujeres en asuntos patrimoniales.
Fruto de esta independencia pudo contribuir a la dotación del colegio de la Compañía en Nápoles, consiguiendo que en 1583 la orden la considerase fundadora del colegio. Además contribuiría considerablemente a la consolidación de otra obra de la Compañía en la ciudad partenopea, la casa profesa.[2]Esta acción es similar a la que ejerció otra noble italiana, Isabella della Rovere, también sobre la Compañía de Jesús.
Murió el 2 de septiembre de 1594, siendo enterrada en la iglesia de la casa profesa de los jesuitas en Nápoles.
Con posterioridad a su muerte, la Compañía mantuvo algunos pleitos con los herederos de Roberta.