Reus, también conocido como Reus al Norte, es un sector urbano del barrio Villa Muñoz de Montevideo (Uruguay). Es parte integral del conocido como «barrio de los judíos», y se caracteriza por su arquitectura modernista y sus viviendas pintadas de diferentes colores.[1]
El complejo nació a finales del siglo XIX, siendo una zona de pequeña superficie, de aproximadamente unas cuatro manzanas.[2] Desde sus orígenes fue el lugar de asentamiento de la mayoría de inmigrantes judíos que llegaban a Montevideo, por lo que se convirtió en el núcleo de la comunidad judía de Uruguay.[3]
Reus al Norte nació a fines de la década de 1880, como proyecto de construcción de zona residencial, por parte del empresario de origen español Emilio Reus.[4] más conocido como choclo.
Las obras enfrentaron retrasos fruto de problemas económicos de la empresa constructora, y debido al pánico de 1890, el negocio quebró, y la empresa quedó integrada al capital del recién creado Banco Hipotecario del Uruguay, que se encargó de la finalización de las obras y la posterior venta de viviendas.[1]
Debido a los bajos precios de las viviendas, desde finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, se asentaron en la zona una gran cantidad de inmigrantes, mayoritariamente judíos pertenecientes a la comunidad asquenazí.[5] En sus alrededores se establecieron las primeras sinagogas y asociaciones judías del país, lo que llevó a que se lo conociera popularmente como «barrio de los Judíos», denominación que recibe hasta la actualidad.[6] Asimismo, los primeros pobladores judíos del barrio montaron tiendas minoristas y mayoristas, convirtiéndolo en una importante zona comercial.[7]
Desde sus orígenes, predominaba en la zona el habla del idioma yidis, que se mezclaba con las lenguas de otras comunidades de inmigrantes en Montevideo, como el italiano y el gallego.[3]La fachada de las edificaciones fueron remodeladas principalmente por obreros y artistas italianos a mediados del siglo XX, al introducir el concepto de spiritu urbis.[8] La obra de la pintura decorativa se realizó en 1992 por la Escuela Nacional de Bellas Artes a cargo de su director Jorge Errandonea, repitiendo la experiencia de esa institución en la década de 1960 en el barrio Sur a cargo del director en ese momento Miguel Ángel Pareja.