Dentro del análisis técnico, los retrocesos de Fibonacci se refieren a la posibilidad de que el precio de un activo financiero retroceda una porción considerable del movimiento original, y encuentre niveles de soporte o resistencia en los niveles establecidos por los números de Fibonacci antes de continuar en la dirección anterior. Estos niveles se construyen dibujando una línea de tendencia entre los puntos extremos del movimiento en cuestión, y aplicando a la distancia vertical los porcentajes clave de 23.6%, 38.2%, 61.8% ,76.8% y 100%.
El segundo principio del análisis técnico indica que los precios se mueven en tendencias, que pueden ser alcistas o bajistas. Una vez que una tendencia ha dado señales suficientes de terminación, ya sea por el rompimiento de su línea de tendencia, la confirmación de una figura de cambio de tendencia, o cualquier otro factor válido de acuerdo con la teoría de análisis técnico, el analista contempla la posibilidad de un retroceso. Un retroceso representa, en términos simples, un movimiento en dirección contraria a la tendencia previa. Puede tomar la forma de una caída en el precio posterior a una tendencia alcista, o bien un repunte en el precio después de una tendencia a la baja. Aunque al primero podría llamarse retroceso propiamente y al segundo rebote o repunte, técnicamente el término retroceso incluye a ambos.
Ante la confirmación de un retroceso en la cotización, se buscará calcular la probable magnitud del movimiento. Para lograrlo, se aplican ciertos porcentajes obtenidos de la serie de Fibonacci a la magnitud total de la tendencia previa. Los porcentajes utilizados son los siguientes:
Para calcular la magnitud del retroceso, se toman los siguientes niveles de la tendencia previa al retroceso, correspondientes a los extremos del movimiento:
Posteriormente, se obtiene el valor numérico de la diferencia (B) – (A). Para calcular los probables niveles de retroceso, se aplican las siguientes fórmulas:
Estos niveles se dibujan en la gráfica como líneas horizontales, asumiendo que podrán actuar como niveles de soporte para el movimiento de retroceso.
El cálculo es equivalente al anterior, teniendo en cuenta que en este caso la tendencia previa es bajista, y por lo tanto el retroceso es un movimiento alcista en el precio. Para calcular la magnitud del retroceso, se toman los siguientes niveles de la tendencia previa al retroceso, correspondientes a los extremos del movimiento:
Posteriormente, se obtiene el valor numérico de la diferencia (A) – (B), que representa la magnitud de la variación en precio durante la tendencia original. Para calcular los probables niveles de retroceso, se aplican las siguientes fórmulas:
Estos niveles se dibujan en la gráfica como líneas horizontales, asumiendo que podrán actuar como niveles de resistencia para el impulso alcista.