Republicanismo popular es una expresión que pretende vincular los principios del republicanismo clásico con un énfasis en la participación popular activa en el Gobierno del Estado. Es empleado para caracterizar diversos movimientos políticos a lo largo de la historia y la actualidad, especialmente desde el siglo XIX en adelante. Las olas de protestas y movilizaciones en diversas democracias a finales del siglo XX y las primeras décadas del siglo XXI han producido que el término vuelva a cobrar actualidad.
Según la Stanford Encyclopedia of Philosophy el término Republicanismo, en general, puede tener dos acepciones relacionadas: La primera es la que abarca el pensamiento de autores de la política clásica occidental como Maquiavelo, Montesquieu, Kant o Thomas Jefferson, cuyas reflexiones tienen en común temas como la importancia de la división del poder de legislar y el de ejecutar, la distribución del poder social, el respeto a la ley, los valores cívicos y de la participación política, los peligros de la corrupción.
La segunda acepción del término republicanismo hace referencia al conjunto de teorías y sistemas de valores surgidos hacia finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, y cuyo principio supremo es la libertad política.
Aunque el término parece vago, en la tradición republicana la libertad política se entiende como un estado de independencia de cualquier forma de poder “arbitraria”.[2] En el sentido clásico, esta idea de libertad política fue planteada en oposición a formas de poder como la monarquía, por lo que el contexto en el que se suele pensar cuando se habla de republicanismo es en el de la Francia revolucionaria de 1789.
Por Republicanismo popular se entiende la síntesis del principio republicano con el de una participación popular activa en el gobierno de los asuntos públicos, especialmente en el gobierno del Estado. No toda forma de republicanismo coincide necesariamente con el énfasis popular del término Republicanismo popular. Así, por ejemplo, el republicanismo por el que abogan Locke o Kant, donde el énfasis yace en la división del poder, no se ata necesariamente a una participación popular activa.
Debe distinguirse, sin embargo, severamente a la participación popular defendida por el Republicanismo popular, respecto del Populismo.
Las exigencias del principio republicano, tales como la división del poder social, división del poder del Estado y respeto a la ley, clausuran las pretensiones de las formas más intensas de populismo, especialmente el vínculo directo del pueblo con un líder carismático. El Republicanismo popular se distancia del Cesarismo y la Dictadura.
Si bien admite medidas de excepción constitucional, las entiende como esencialmente transitorias y no permanentes o como etapas en el paso hacia una situación revolucionaria y de superación del Estado.[3]
Crisis epocal y republicanismo popular es un libro escrito en 2021 por el ex pre-candidato presidencial, ex presidente de Renovación Nacional y actual alcalde de Santiago de Chile, Mario Desbordes y el filósofo chileno Hugo Herrera. El libro es un manifiesto en el que se plantean los principios de lo que sus autores entienden como Republicanismo popular.