Las relaciones Chile-Trinidad y Tobago son las relaciones internacionales entre la República de Chile y la República de Trinidad y Tobago.
En febrero de 2008, ambos países suscribieron un memorándum de entendimiento en materia energética,[1] y en abril de ese mismo año se realizó en Puerto España la Primera Reunión de Consultas Políticas Chile-Trinidad y Tobago, oportunidad se analizó el estado de las relaciones bilaterales e identificaron nuevas áreas de trabajo conjunto. En marzo de 2012 se suscribió el «Convenio sobre Autorización para que los Dependientes del Personal Diplomático, Consular, Técnico y Administrativo de las Misiones Diplomáticas y Consulares Realicen Actividades Remuneradas».[2]
El Gobierno del Primer Ministro Patrick Manning efectuó una donación de un millón de dólares como contribución a la reconstrucción de Chile tras el terremoto del 27 de febrero de 2010.[2]
El 23 de febrero de 2010, la presidenta Michelle Bachelet realizó una visita de Estado a Trinidad y Tobago, reuniéndose con las principales autoridades del país y suscribiendo un Memorándum de Entendimiento en materia de cooperación energética, oportunidad en que se acordó iniciar negociaciones para la suscripción de un Acuerdo Económico de Alcance Parcial.[2]
En enero de 2013, el Ministro de Relaciones Exteriores de Trinidad y Tobago, Winston Dookeran asistió a las cumbres CELAC y CELAC-UE, efectuadas en Santiago de Chile, en representación de la primera ministra Kamla Persad-Bissessar.[2]
En mayo de 2017, el Primer Ministro Keith Rowley realizó una visita oficial a Chile, ocasión en que ambos países firmaron un memorándum de entendimiento sobre cooperación y desarrollo en materia de propiedad intelectual.[3]
Trinidad y Tobago se ha convertido en los últimos años en un importante socio estratégico en materia energética para Chile, siendo uno de los cuatro proveedores de gas natural licuado[2] y el destino de 38% de las exportaciones chilenas a la Comunidad del Caribe,[3] mientras que desde la perspectiva del gobierno de Trinidad y Tobago, Chile representa un mercado para la expansión en la región sudamericana.[1]
En 2023, el intercambio comercial entre ambos países ascendió a los 628 millones de dólares estadounidenses, lo que supuso un -2,8% de crecimiento promedio anual en los últimos cinco años. Los principales productos exportados por Chile fueron pasta química de madera y preparaciones para alimentación infantil, mientras que Trinidad y Tobago exportó mayoritariamente gas natural licuado y amoniaco.[4]