Las reglas de Goodenough-Kanamori, formuladas por John B. Goodenough y demostradas de forma más rigurosa por J. Kanamori, predicen el signo del canje magnético —ferromagnético o antiferromagnético— dependiendo de la población electrónica de los orbitales entre los que se produce el solapamiento: si están vacíos, semillenos (ocupados por un electrón) o llenos (ocupados por dos electrones).
La regla de Hund asegura que los espines dentro de un átomo se alinean para resultar en el estado de máxima multiplicidad. Esto, unido al hecho de que un electrón no modifica su espín al transferirse entre dos orbitales -de forma real o virtual- es la base de las reglas de Goodenough-Kanamori, que se pueden resumir así: