En el contexto de los incendios forestales, la regla del 30,[1][2] regla de los tres 30,[3] regla de los 30,[4] norma 30/30/30,[5] regla 30-30-30,[6][7] fórmula 30/30/30,[8] fórmula 30-30-30,[9] fórmula del 30-30-30[10] o escala del 30[11] son términos que se refieren a la confluencia de condiciones meteorológicas que aumentan considerablemente el riesgo de incendio: temperaturas superiores a los 30 grados, rachas de vientos del orden o superiores a 30 kilómetros por hora y una humedad relativa del aire inferior al 30 %.[2]
Esta confluencia, que aumenta de forma significativa la propagación del incendio forestal,[12] se da en alrededor del 35 % de los grandes incendios forestales.[10]