Refugio Reforzado para Aviones (en inglés: Hardened Aircraft Shelters, HAS), o Refugio Protector para Aviones (en inglés: Protective Aircraft Shelter, PAS), son una estructura reforzada usado para guardar y proteger aviones militares de ataques del enemigo. Consideraciones de costo y de limitaciones prácticas de construcción limitan su uso a aparatos del tamaño de cazas o similares.
Estos refugios suponen una medida de defensa pasiva, limitando el efecto de un ataque enemigo, en contraposición a las acciones de una defensa activa (por ejemplo, misiles superficie-aire que evitan o palían esos mismos ataques). La adopción general de este tipo de refugios fue debida a las lecciones aprendidas tras la Guerra de los Seis Días árabe-israelí de 1967, cuando la Fuerza Aérea de Israel diezmó a la desprotegida Fuerza Aérea de Egipto en sus bases aéreas, en ese momento la más grande y avanzada del mundo árabe.
Como muchos elementos militares, tales como estructuras, tanques o aviones, su uso más masivo fue durante la Guerra Fría. Los países de la OTAN y del Pacto de Varsovia construyeron centenares de HAS a través de Europa. En este contexto los HAS fueron construidos para proteger aviones tanto de ataques convencionales como nucleares, químicos y biológicos. Los refugios construidos por la OTAN, fueron diseñados para resistir el impacto directo de una bomba de 226 kg (500 libras) o una explosión cercana de una más grande (por ejemplo de 500 kg). En teoría los HAS estaban también construidos para proteger a los aviones en caso de un ataque nuclear, sin embargo, el efecto de tal tipo de ataque sobre las calles de rodaje, pistas, instalaciones de apoyo y personal de un campo aéreo habrían hecho del lanzamiento de una operación aérea una tarea extremadamente difícil, y el subsecuente retorno y rearmado posterior algo casi imposible.
Tras el fin de la Guerra Fría, el valor del concepto del HAS fue rebajado por la introducción de las municiones guiadas de precisión. Los HAS de Irak estaban construidos con un estándar ligeramente superior a los de la OTAN y los del Pacto de Varsovia, sin embargo se demostraron casi inútiles durante la Guerra del Golfo. Los primeros intentos para destruirlos normalmente usaban una aproximación del "uno y dos" mediante un misil guiado por televisión para destruir las puertas, seguido por bombas lanzadas al frente. Pero los estadounidenses pronto pasaron a lanzar una simple bomba de 907 kg (2.000 libras) guiada por láser sobre la parte superior, que penetraba fácilmente el techo y explotaba en su interior. Aunque los hangares de la OTAN podrían resultar útiles contra cualquier ataque concebible en Europa a corto plazo (en el que se carecería de sistemas de guía de precisión), el valor de los hangares HAS contra las fuerzas aéreas occidentales es prácticamente nulo.