Dado que el esperanto es un idioma planificado, muchas personas tras conocerlo (en profundidad o sólo superficialmente), proponen varias reformas, que en su opinión consisten en mejoras para el idioma.
Los aspectos más criticados por los reformistas son:
En un principio, el esperanto se diseñó su escritura fuera fácil para todo el mundo. De entre todos los alfabetos, se escogió el latino por varias razones:
Ya que por ejemplo en el alfabeto árabe las letras varían de forma según las letras que tengan alrededor; en el hebreo no existen marcas para las vocales; otros sistemas son silábicos lo que da lugar a un gran número de símbolos. La escritura simbólica o ideográfica no representa sonidos.
Sin embargo, hizo algunas modificaciones (añadir acentos circunflejos en algunas letras: ĉ, ĝ, ĥ, ĵ, ŝ, ŭ. ) para mantener una ortografía totalmente fonética, donde cada símbolo representa un solo fonema, y cada fonema está representado por una sola letra.
Inicialmente, cuando la mayor parte del texto escrito era escrito a mano, esto no representaba ningún inconveniente. Sin embargo, para escribir en imprenta sí que consistía un problema (ya que habría que fabricar tipos nuevos), por lo que la solución oficial pasó por añadir una 'h' a cada letra con cincunflejo, de forma que la "ĉ" se convierte en "ch" y sucesivamente. Esto presentaba el problema de una cierta ambigüedad, dado que ante una 'sh' por ejemplo, si no se conoce la palabra, se puede pronunciar de dos formas distintas. No es demasiado improbable que se dé el caso, dado que la propia estructura del idioma anima a crear nuevas palabras compuestas. Para solucionar este inconveniente se ha propuesto utilizar '^c' o 'cx' siendo este último uno de los que mayor éxito ha tenido.
Sin embargo estas contribuciones no llegan a ser consideradas reformas, sino simplemente maneras de sortear un inconveniente que sería subsanado (la ausencia de los caracteres 'extraños' en los teclados 'estándar') si el esperanto fuera ampliamente usado.
Las reformas propiamente dichas han pasado por:
etc.
Quienes se oponen a las reformas de este tipo en particular, argumentan que los circunflejos son una característica esencial del esperanto (tal como está considerada la 'ñ' en el español).
El acusativo es el único caso que se mantiene en esperanto (utilizándose el nominativo para el sujeto y preposición + nominativo para los complementos).
Ejemplos:
En español, por ejemplo, se tiende a marcar esta diferencia por el orden de las palabras y por la concordancia entre el sujeto y el verbo, lo cual elimina el problema de la ambigüedad, salvo casos como el anterior, donde coincide en número y persona el objeto y el sujeto.
Las propuestas de reforma del acusativo son principalmente:
Una propuesta de reforma para solucionar esto es añadir una nueva preposición 'na' que haga las veces de acusativo. (Ver naísmo)
En esperanto no existe género gramatical. Muchas palabras son básicamente neutras (como "homo", persona) mientras que otras son masculinas (como "patro", padre). Se utiliza el sufijo 'ino' para derivar el femenino desde la palabra masculina o neutra, mientras que el masculino es el mismo que el neutro en casi todas las palabras (ya que las palabras neutras son usadas como masculinas ya que no hay sufijo masculino y otras palabras sí son masculinas sin sufijo). Las personas cuyo idioma natal distingue siempre entre masculino y femenino (como el español) utilizan a todas las palabras como masculinas, mientras que las personas cuyo idioma natal no distingue masculino y femenino en la mayoría de los casos (como el inglés) utilizan muchas palabras como neutras. Esta diferencia se ve principalmente en palabras de animales y profesiones.
Ej: Patro (masculino) - Patrino (femenino). Leono (neutro/masculino) - Leonino (femenino). Instruisto (neutro/masculino) - Instruistino (femenino).
Que se traducen al español como Padre - Madre, León - Leona y Profesor - Profesora.
El problema de este enfoque es que se puede considerar que el estado 'natural' es el masculino, y el femenino un derivado. O también que se debe decir el sexo de alguien cuando se habla de él, aunque no sea conocido, relevante o conveniente.
Por otro lado, las tres formas de la tercera persona del singular son: Li -> Él; Ŝi (sxi)-> Ella; Ĝi (gxi)-> 'ello'
Li y ŝi, se usan exactamente como en español, y el 'ĝi' es para seres inanimados o asexuados, pero si el sexo es desconocido (por ejemplo: '-Mi jefe me trata mal. -¿Cómo es él/ella?') aparece la duda.
Los oponentes a estas reformas argumentan que se puede utilizar 'ĝi' o incluso 'tiu' para personas.
Dos de las muchas propuestas para suplir este inconveniente son el riismo y el liismo.
Muchas personas han creado neologismos, por tres motivos principales:
En estos dos últimos casos, se crean sinónimos, por lo que el diccionario (según algunas personas) resulta demasiado amplio y sería adecuado reducir el número de palabras, o por lo menos restringirlo en algunos aspectos.
Uno de esos proyectos es el Inter-Esperanto.
Algunas veces estos neologismos pasan al diccionario oficial de la academia, mientras otras (por distintos motivos) no lo hacen.
Sin embargo, la creación de neologismos no es exclusiva del caso del esperanto, ni tampoco los motivos para que estos se den.