El reflejo de unken (del alemán, Unkenreflex) es una postura de defensa pasiva adoptada por varias especies de anfibios, incluyendo algunos sapos, ranas y salamandras.[1]
Cuando se ven amenazados por los depredadores retuercen sus cuerpos y arquean su espalda y extremidades para exponer los colores aposemáticos de sus vientres, colas o cara interna de sus extremidades, permaneciendo inmóviles durante el reflejo. Los patrones de color suelen ser rojos, amarillos, blancos o negros y sirven como una advertencia visual para sus depredadores de que pueden ser venenosos.[2]
Durante el reflejo de unken pueden además segregar toxinas de las glándulas parótidas de su piel, tensando todo su cuerpo y tragando aire para hincharse y parecer más grandes.[3]
No todos los anfibios que presentan el reflejo de unken tienen colores aposemáticos ni son venenosos y tampoco todos los anfibios que exhiben el reflejo lo hacen con el mismo grado.[2] Por ejemplo, el macho adulto de Rana macrocnemis sólo tuerce parcialmente su cuerpo, sin revelar completamente sus colores ventrales.[1]
El nombre de Unkenreflex proviene de la palabra alemana Unke, nombre común para los sapos de vientre de fuego.