El rallo o rajo[1] es una pieza de cantarería española o tipo especial de botijo con dos asas enfrentadas, breve pitorro lateral y, en su parte superior, una boca ancha con pequeños agujeros, que le caracteriza.[2] Su etimología parece partir de 'rallador' (del latín «rallum», derivado de «radere»).[3] Es una pieza de la alfarería de agua tradicional de Aragón y Navarra,[4] y en algunas zonas se asocia con otras vasijas como las cantarillas de pitorro, algunas botejas y, por su porte y estructura, con la cántara valenciana de Traiguera o el cantaret de galet.[5][6]
La pieza tradicional era de alfarería de basto sin vedrío,[7] con apenas unas líneas o motivos decorativos en manganeso muy esquemáticos y más raramente un adorno esgrafiado o alguna incisión. Sin embargo, desde finales del siglo XX pueden verse rallos de regalo, vidriados en su totalidad y pintados con diversos diseños esmaltados.[8]
Álvaro Zamora, en su estudio sobre la alfarería aragonesa, distingue hasta seis tipos de vasijas con rallo o filtro agujereado en la tapa o boca:[9]
También fueron vasija tradicional en otros alfares aragoneses y navarros como los de Albelda, Calanda, Tafalla o Ujué.[6]