Rafael Urbano García (Madrid, 1870-Madrid, 1924) fue un escritor, periodista, helenista, traductor, humorista y teósofo español, miembro de la generación del 98.
Rafael Urbano | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
7 de diciembre de 1870 Madrid (España) | |
Fallecimiento |
27 de diciembre de 1924 Madrid (España) | |
Sepultura | Cementerio de La Almudena | |
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Periodista, escritor, traductor y teósofo | |
Periodista en provincias desde muy joven, en 1895 se trasladó a Madrid tras conseguir un puesto en el Ministerio de Instrucción Pública. Hombre de una cultura excepcional, y además muy laborioso e inquieto, trabajó como periodista en Madrid en El Liberal y en Los Lunes de El Imparcial. Fue redactor igualmente de El Cantábrico de San Sebastián (1901), El Nervión y La Gaceta del Norte de Bilbao (1901), además de colaborar en El Globo (1903) y en Alrededor del Mundo (1903).[1]
Escribió el Manual del perfecto enfermo (1911) y El diablo, su vida y su poder (1922); editó la Guia espiritual del místico barroco Miguel de Molinos (Barcelona, 1906). Tradujo incansablemente del francés, del inglés, del alemán y del italiano y, como helenista tradujo, prologó y anotó el Banquete, el Critón, el Eutifrón y la Apología de Sócrates de Platón (Madrid: Francisco Beltrán, 1925) y, con el pseudónimo de "José García Robles", según Gonzalo Sobejano, El crepúsculo de los ídolos de Nietzsche. Activo ateneísta y conferenciante, fue muy amigo de Ramón María del Valle-Inclán y se acercó ideológicamente al socialismo e incluso al anarquismo. Al final de su vida se interesó por la teosofía, escribió en Sophia y tradujo y escribió muchos libros ocultistas de esta tendencia que publicó en la colección "Biblioteca del más Allá". Urbano, que fue bibliotecario del Ateneo de Madrid,[2] falleció el 27 de diciembre de 1924 en Madrid[3][2] y fue enterrado en el cementerio de la Almudena.[4]