Un putto (en italiano: [ˈputto]; plural putti [ˈputti]) o angelote es una figura en una obra de arte representada como un niño regordete, generalmente desnudo y muy a menudo alado.[1] Originalmente limitado a las pasiones profanas en el simbolismo,[2] el putto llegó a representar una especie de ángel bebé en el arte religioso, a menudo llamado querubín (querubines en plural), aunque en la teología cristiana tradicional un querubín es en realidad uno de los tipos de ángeles más importantes.[3]
Las mismas figuras también se veían en representaciones de mitos clásicos y, cada vez más, en el arte decorativo en general. En el arte barroco, el putto llegó a representar la omnipresencia de Dios. Un putto que representa a un cupido también se llama amorcillo.[4]
La forma más común es putti, plural de la palabra italiana putto, que a su vez procede de la palabra latina putus que significa "niño".[5] Hoy, en italiano, putto significa niño con alas, angelote o, rara vez, niño pequeño. Puede haber sido derivada de la misma raíz indoeuropea de la palabra sánscrita "putra" (que significa "niño", en contraposición a "hijo"), en idioma avéstico puθra-, en persa antiguo puça-, en idioma pahlavi pus y pusar, todos con significado de "hijo", y en persa moderno "niño, hijo".