El punto de equivalencia o punto estequiométrico de una reacción química se produce durante una valoración química cuando la cantidad de sustancia valorante agregada es estequiométricamente equivalente a la cantidad presente del analito o sustancia a analizar en la muestra, es decir reacciona exactamente con ella.[1] En algunos casos, existen múltiples puntos de equivalencia que son múltiplos del primer punto de equivalencia, como sucede en la valoración de un ácido diprótico.[2] Relacionado con el punto de equivalencia, existe lo que se denomina punto final de una valoración, que es el que se establece experimentalmente, mediante la observación de algún cambio físico o químico de la disolución en la que se realiza la valoración. Este punto puede coincidir o no con el punto de equivalencia. La diferencia entre ambos se llama error de valoración y debe ser lo más pequeña posible.[1]
La determinación del punto de equivalencia solo es posible establecerlo de forma teórica, cuando se conocen las concentraciones del reactivo valorante y del analito que está siendo determinado. Puesto que el fin último de una valoración química es determinar la concentración o la cantidad de analito en la muestra problema, no es posible determinar el punto de equivalencia de forma experimental. Sin embargo, es posible establecer su posición de forma aproximada, utilizando diferentes medios que permiten reconocer (indicar) en qué momento se está a punto de alcanzar o se acaba de sobrepasar, el punto de equivalencia, en el que analito y valorante han completado la reacción. [3]Este valor aproximado recibe el nombre de punto final de la valoración y durante la misma, siempre se intenta estar seguro de que cualquier diferencia entre el punto final y el de equivalencia sea lo más pequeña posible, a poder ser, despreciable.[4]En la actualidad se conocen diferentes métodos para determinar el punto final de una valoración:[5]