Pueblos semitas

Summary

El término semita se refiere a aquellas personas cuya lengua materna es una lengua semita. El adjetivo se empleó originalmente en el ámbito lingüístico para referirse a una gran familia de lenguas originarias del Oriente Próximo y que actualmente se conocen como lenguas semíticas.[1]

Mapa con la distribución de las lenguas semitas iniciales.
Distribución geográfica de los hablantes de lenguas semitas (en naranja) y de otras lenguas afroasiáticas en la actualidad.

Pese a carecer de toda base étnica, y al igual que sucedió con el término «ario», la voz «semita» durante el siglo XIX transfirió su sentido lingüístico original a uno nuevo, pseudocientífico y de corte racial. Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, el segundo sentido del término ha quedado en desuso.[cita requerida]

Toponimia

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El adjetivo «semita»[2]​ hace referencia a los pueblos citados en la Biblia, descendientes de Sem,[3]​ uno de los hijos de Noé —según la tradición (basada en el libro de Génesis), el primogénito, aunque según interpretación directa del texto, pudo haber sido el segundo después de Jafet—; El tercer hermano fue Cam. En el libro del Génesis (el primero de la Biblia) se encuentra la narración del Diluvio universal y en ella está la «tabla de las naciones», donde se hace referencia a la genealogía de los semitas. Los antiguos pueblos de habla semítica incluyen a los habitantes de Aram, Asiria, Babilonia, Siria, Canaán —incluidos los hebreos— y Fenicia.

El vocablo fue propuesto inicialmente por August Ludwig von Schlözer en el Repertorium (1781) de Eichhorn,[4]​ para referirse a las lenguas emparentadas con el hebreo. En la Enciclopedia católica consta que ya en 1807, «semita» se había adoptado como término étnico. Por extensión, «semita» se empezó a utilizar para designar a los pueblos hablantes de las lenguas semíticas y sus realizaciones culturales.

En lingüística y etnología, el término «semita» se usa para referirse a una familia lingüística de origen predominantemente medio-oriental, ahora llamada lenguas semíticas. Esta familia lingüística incluye las formas antiguas y modernas del acadio, el amhárico, el árabe, el arameo, el fenicio, el ge'ez, el hebreo, el maltés, el yehén y el tigriña.

 
Primera representación de la etnología histórica del mundo separada en los hijos bíblicos de Noé: semitas, hamitas y jafetíes. La obra de Gatterer Einleitung in die Synchronistische Universalhistorie (1771) explica su opinión de que la historia moderna ha demostrado la veracidad de la predicción bíblica de la supremacía jafetana (Génesis 9:25-27)..[5]​ Haga clic en la imagen para ver la transcripción del texto en alemán e inglés.

Uso

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Lenguas semíticas.

Los pueblos de lengua semita estaban constituidos por un conjunto heterogéneo de pueblos y etnias, todos ellos pertenecientes a la antigua familia lingüística semita. La acepción racial de «semita» es hoy considerada pseudocientífica y se desaconseja su uso. La relación entre los pueblos semitas se debe exclusivamente a su origen lingüístico y cultural, por lo que el uso de «semita» se debe circunscribir a estos ámbitos. Es, pues, impropio hablar de «razas» indoeuropeas o de «razas» semitas, sino que debe hablarse de pueblos que hablaron alguna de estas lenguas.

Es especialmente en la clasificación propia de la lingüística y al considerarse las familias de lenguas donde se determinan regiones con grupos que hablan las diferentes lenguas, entre las que también existen las lenguas semíticas.[6]

Antisemitismo

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A finales del siglo XIX se acuñó el neologismo antisemitismo en panfletos que exhortaban a la hostilidad ideológica y racial contra los judíos. Ese ha sido y sigue siendo el significado exclusivo del término, es decir, aplicado exclusivamente a los judíos (y no a otros pueblos con lenguas semíticas, como los árabes), y así lo recoge el DRAE (véase su definición[7]​).

 
Estatuto de 1879 de la Liga Antisemita, la organización que fue la que popularizó el vocablo.

Los términos «antisemita» o «antisemitismo» llegaron por un camino «tortuoso» para referirse más estrechamente a cualquiera que fuera hostil o discriminatorio hacia los judíos en particular.[8][9]

Los antropólogos del siglo XIX, como Ernest Renan, alinearon fácilmente las agrupaciones lingüísticas con la etnia y la cultura, apelando a la anécdota, la ciencia y el folclore en sus esfuerzos por definir el carácter racial. Moritz Steinschneider, en su revista de letras judías Hamaskir (3 (Berlín 1860), 16), comenta un artículo de Heymann Steinthal[10]​ criticando el artículo de Renan «Nuevas consideraciones sobre el carácter general de los pueblos semíticos, en particular su tendencia al monoteísmo».[11]​ Renan había reconocido la importancia de las antiguas civilizaciones de Mesopotamia, Israel, etc., pero calificaba a las razas semíticas de inferiores a las arias por su monoteísmo, que según él provenía de sus supuestos instintos raciales lujuriosos, violentos, sin escrúpulos y egoístas. Steinthal resumió estas predisposiciones como «semitismo», y así Steinschneider caracterizó las ideas de Renan como "prejuicio antisemita".[12]

En 1879, el periodista alemán Wilhelm Marr inició la politización del término al hablar de una lucha entre judíos y alemanes en un panfleto titulado Der Weg zum Siege des Germanenthums über das Judenthum («El camino hacia la victoria del germanismo sobre el judaísmo»). Acusaba a los judíos de ser liberales, un pueblo sin raíces que había judaizado a los alemanes más allá de la salvación. En 1879 los seguidores de Marr fundaron la «Liga del Antisemitismo»,[13]​, que se ocupaba exclusivamente de la acción política antijudía.

Notas y referencias

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  1. Baasten, 2003.
  2. El término «semita» proviene del hebreo bíblico Sem, que se traduce como ‘nombre’.
  3. Real Academia Española. «semita». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  4. August Ludwig von Schlözer (1781). «Cap. V: von den Chaldaern». En Johann Gottfried Eichhorn, ed. Repertorium für biblische und morgenländische Litteratur. Vol. VIII. Leipzig. p. 113. 
  5. Einleitung in die synchronistische universalhistorie, Gatterer, 1771. Described first ethnic use of the term Semitic by: (1) A note on the history of 'Semitic', 2003, by Martin Baasten; and (2) Taal-, land- en volkenkunde in de achttiende eeuw, 1994, by Han Vermeulen (in Dutch).
  6. En lingüística, las lenguas semíticas pertenecen al grupo de lenguas afroasiáticas.
  7. drae:antisemita
  8. «Antisemitismo». Merriam-Webster's Collegiate Dictionary, Eleventh Edition. 
  9. Lewis, Bernard (1987). Semites and Anti-Semites: An Inquiry into Conflict and Prejudice. W W Norton & Co Inc. ISBN 978-0393304206. (requiere registro). «.La confusión entre raza e idioma se remonta a mucho tiempo atrás y se vio agravada por el contenido rápidamente cambiante de la palabra "raza" en el uso europeo y más tarde en el estadounidense. Eruditos serios han señalado, repetidamente y sin éxito, que "semítico" es una clasificación lingüística y cultural, que denota ciertos idiomas y, en algunos contextos, las literaturas y civilizaciones expresadas en esos idiomas. Como una especie de taquigrafía, a veces se retuvo para designar a los hablantes de esos idiomas. En un momento pudo haber tenido una connotación de raza, cuando esa palabra misma se usaba para designar entidades nacionales y culturales. No tiene nada que ver con la raza en el sentido antropológico que ahora es de uso común. Una mirada a los hablantes de árabe actuales, desde Jartum a Alepo y de Mauritania a Mosul, o incluso a los hablantes de hebreo en el moderno Estado de Israel, bastará para mostrar la enorme diversidad de tipos raciales.,». 
  10. Reproducido por G. Karpeles (ed.), Steinthal H., Ueber Juden und Judentum, Berlín 1918, pp. 91 y ss.
  11. Publicado en el Journal Asiatique, 1859
  12. Alex Bein, La cuestión judía: Biography of a World Problem, Fairleigh Dickinson University Press, 1990, p. 594, ISBN 0-8386-3252-1 - citando la Enciclopedia Hebrea Ozar Ysrael, (editada Jehuda Eisenstadt, Londres 1924, 2: 130ff)
  13. Moshe Zimmermann, Wilhelm Marr: The Patriarch of Anti-Semitism, Oxford University Press, EE.UU., 1987

Bibliografía

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  • Baasten, Martin F. J. (2003). «A Note on the History of 'Semitic'». En Baasten, M. F. J.; Van Peursen, W. Th., eds. Hamlet on a Hill: Semitic and Greek Studies Presented to Professor T. Muraoka on the Occasion of His Sixty-fifth Birthday. Peeters. pp. 57-73. ISBN 90-429-1215-4.
  • Anidjar, Gil (2008). Semites: Race, Religion, Literature. Stanford University Press. ISBN 978-0-8047-5694-5. 
  • Liverani, Mario (January 1995). «Semites». En Geoffrey W. Bromiley, ed. The International Standard Bible Encyclopedia. Wm. B. Eerdmans Publishing. pp. 387-392. ISBN 978-0-8028-3784-4. 
  • Albert de Pury (1999). «Les “Sémites” n'existent pas». Le Temps stratégique (89 septembre/octobre).  p. 6-16
  • Moshe Greenberg , Fred Skolnik et Michael Berenbaum (dir.) (2007). «Semites». Encyclopaedia Judaica 18. Thompson Gale et Keter Publishing House. 
  • Jean-Pierre Chrétien y Marcel Kabanda, Rwanda. Racisme et génocide. L’idéologie hamitique, Paris, Belin, 2013, 384 pag.

Véase también

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  •   Datos: Q62928
  •   Multimedia: Semitic peoples / Q62928