Publio Afranio Potito [a] fue un plebeyo romano que prometió durante una enfermedad de Calígula que sacrificaría su propia vida si el emperador se recuperaba, en espera de ser recompensado por su devoción.[2] Pero, cuando Calígula se recuperó y Afranio no estuvo dispuesto a cumplir su promesa, el emperador lo mandó decorar como una víctima de sacrificio, lo hizo desfilar por las calles y, por último, lo arrojó por la Porta Colina.[3]